El 25 de febrero del corriente año, se trajeron las cenizas del chalchalero Juan Carlos Saravia para que descanse en su tierra natal; y a la noche el gobierno de la provincia de Salta, organizó un merecido homenaje, poniéndole su nombre al Teatro de la ciudad.
No podía estar ausente la música y la danza, a cargo de la orquesta infanto juvenil de la provincia, el ballet de la provincia, y la voz de su sobrino Felix Saravia y su hijo Facundo.
