El membrillo

Por Mary Dib Ashur

En la publicación de esta semana, conoceremos un poquito sobre el membrillo y prepararemos el dulce y jalea de esta fruta.

Recetas solicitadas por una amiga lectora de nuestra revista, Cristina, salteña de nacimiento y radicada en Misiones desde hace muchos años.

También conoceremos un poquito sobre este ingrediente de  preparaciones gastronómicas deliciosas, y con propiedades nutricionales  y medicinales muy importantes, contiene vitaminas, minerales, y se recomiendan en tratamientos varios, especialmente trastornos gástricos, como así también es un  excelente complemento dietario para jóvenes y deportistas.

El origen de la palabra membrillo procede de las ramas del membrillero. Los griegos conocían una variedad común que se cultivaba en Creta, en la ciudad de Cydon, de ahí su nombre científico Cydonia Oblonga. En Grecia el membrillero estaba consagrado a Afrodita, la diosa del amor y la fecundidad

Al ser la fruta del amor y la fecundidad, se ofrecía como regalo de bodas y debido a su agradable aroma, las novias griegas mordían un membrillo para perfumar su beso antes de entrar en la cámara nupcial “a fin de que el primer beso no fuera desagradable”.

Se puede emplear en preparaciones dulces como relleno de galletas, de tortas, y en el famoso postre VIGILANTE, preparado con dulce de membrillo y acompañado de queso. Como sabemos es el ingrediente principal de la famosa tarta dulce PASTAFROLA, infaltable en mesas de reuniones familiares y eventos, tanto en Argentina como Uruguay.

En Chile es un dulce de consumo habitual, se utiliza agregado al pan y a  recetas de repostería. En Puerto Rico como así también en España, se sirve con las “tapas de queso”; con este producto lácteo se lo disfruta y consume en México, Cuba y Costa Rica. Además es un postre típico y  muy famoso en Perú.

DULCE DE MEMBRILLO

Para esta receta necesitaremos membrillo, azúcar y jugo de limón.

Dependerá de la cantidad de fruta, la de azúcar y limón. En primer lugar lavar muy bien los membrillos, pelarlos con cuchillo o pela papas, reservar las cáscaras en un poco de agua con limón, como así también las semillas y retazos de la fruta, que serán extraídas partiendo cada membrillo en 4 partes, a su vez estos cuartos picarlos en dados chicos, e ir colocándolos en una olla  (de acero o enlosado) que contenga un poco de agua y jugo de limón, una vez que toda la fruta este picada, controlar que el agua cubra todos los daditos.

Poner a  hervir a fuego medio,  hasta que con un  tenedor controlamos que la fruta esta tierna, con una espumadera retiramos del agua, reservando la misma para usar en la jalea, podemos colocar la pulpa  en un  cola pasta hasta que entibie, volver la fruta a la olla ya sin agua,  con un prensa papas, formamos un puré. La olla debe pesarse antes de colocar la fruta, para poder calcular luego la cantidad de azúcar necesaria.

Por cada kilo del puré  agregar 750 grs. de azúcar, y el jugo de un limón chico, mezclar todo bien, poner a cocinar sobre fuego bien bajo. Esta preparación necesita ser mezclada muy seguido, cuidando que no se pegue y que no salte, porque puede producir quemaduras.

Cuando el dulce tome color y este espeso, podemos ver si ya está la cocción a punto,  colocando un poco en un platillo, separar al medio si no se unen las mitades está listo; otra manera de saber su punto es, colocando la cuchara de madera en el centro de la olla y si esta se queda parada y quieta,  es que el dulce puede ser retirado del fuego.

Para envasar, cubrimos con un papel manteca, (papel de cocina), el o los recipientes donde lo guardaremos, sugiero que estos envases sean chicos,  dos o tres, para conservar el dulce de mejor manera.

Una vez frío, volcamos el mismo en una fuente, podemos espolvorear con azúcar.

Se puede guardar envuelto en papel manteca o aluminio en lugar fresco y seco, una vez abierto se debe conservar en heladera.

OTRA MANERA DE PELAR LOS MEMBRILLOS

Una vez lavada la fruta, hervirlas en agua, durante más o menos 10 minutos, retirar, reservar el agua para nuevo hervor. Enfriar, pelar y seguir las indicaciones explicadas anteriormente.

JALEA DE MEMBRILLO

Esta jalea nos permite aprovechar toda la fruta.

Poner las cáscaras y las semillas a hervir,  cubrirlas  con el agua reservada de la cocción de los membrillos, controlar; cuando estén las cáscaras tiernas, ponerlas en una cola pasta, enfriar.

Con un prensa papa o con la mano, ir apretando esta preparación (poner el cola pasta sobre un  recipiente hondo), hasta que retiramos toda la pulpa de las cáscaras. Por cada dos tazas de la misma, agregamos, una taza y cuarta de azúcar, jugo de limón, mezclar todo  bien.

Como siempre deben usar olla de acero o enlosado; cocinar la jalea a fuego muy suave, revolviendo seguido, cuidando no se pegue. Cuando vemos que espesó, controlamos si esta lista, poniendo  un poco de jalea sobre un plato, esta debe quedar quieta y en un solo lugar.

Especial para disfrutar con tostadas, galletitas, panes caseros etc.

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

Deja un comentario