«Del pueblo de Salta no apartes tu amor»

por Argentina Mónico

Hoy nos toca vivir un Milagro diferente, la pandemia que nos azota, nos ha tomado de imprevisto, modificando nuestro quehacer diario.

Si bien decimos que la Fe mueve montañas, hoy los peregrinos nos vemos imposibilitados de rendirle homenaje a nuestros Patronos; y sin duda el Milagro de hoy no será igual; a pesar de que cada familia reza en el interior de sus hogares, necesitamos salir, conectarnos con otros, difundir nuestra Fe en sociedad.

¿Qué estará pasando Señor que la necesidad vital de socializarnos se nos prohibe hoy?

Necesitamos encontrarnos con otros, renovar nuestra Fe arrodillados frente a tí Señor, pero no podemos; sentimos un dolor intenso por no poder llegar a vos, y si bien sabemos que estás en todo lugar y en cualquier momento, la historia del Milagro está configurada por su pueblo. Un pueblo ferviente que te ama y es capáz de pasar por montañas, valles y ríos para demostrar, a partir de su sufrimiento personal, que ese dolor es mínimo, ante el sufrimiento de verte clavado en la cruz.

El Milagro hoy será diferente, los rezos llegaran a tí Señor, pero la plaza vacía, el aroma de azahar, el sentir viviente de tu pueblo agradecido, será solo un recuerdo.

Hoy no es un terremoto, el que nos moviliza a rezar y querer salir a verte, es una pandemia, que no se puede controlar, tenemos miedo Señor, y esperamos que tu Santa Madre, nuestra querida Virgen del Milagro, interceda por los que sufren en los hospitales, en sus casas, por los que de manera denodada atienden a los enfermos y sienten en carne propia, las heridas que el virus provoca.

Somos peregrinos, pero hoy no caminamos, nuestro peregrinar va por dentro, con un rosario cargado de misterios, que piden por nuestras familias, amigos y conocidos.

En versos un primo Mariano Coll Mónico resume lo que sentimos hoy, «Fe Encadenada»

No hay normas ni leyes
que encadenen almas.
Solo tú y el Cristo
Virgencita Santa.

No hay poder humano
ni grillos del alma,
ni vallas que frenen
la Fé de mi Salta.

En este Milagro
tu pueblo te llama,
¡Virgen del Milagro
bálsamo de alma!.

Jesús es Consuelo,
para nuestras almas.
Busquemos en Cristo
con fe, con confianza.

No existe decreto
ni razón humana
que la Fe encadene
que pueda encerrarla.

Aunque cierre el Templo
según ya se ha visto,
no hay vallas que puedan
con la Fe en el Cristo.

Las almitas vuelan
porque tienen alas
llevando claveles
cual ofrendas santas.

Al Cristo sufriente
en la Cruz clavado,
que entrega su Vida
por nuestro pecado.

A la Virgen Madre
que muda colores
rogándole a su Hijo
que Dios nos perdone.

Peregrina un pueblo
caminan las almas
por cerros y valles
por hondas quebradas.

Tata Dios nos llama
presiento en la plaga
para que cambiemos
a Dios la mirada.

¡Cristo del Milagro
tu Amor nos hermana,
desata los nudos
cadenas del alma!.

Leyendo un poco la historia del Señor y de la Virgen del Milagro, señala que a pesar de que el Cristo llegó a nuestra ciudad en Setiembre de 1592, traído a mula desde Perú por el Camino del Inca, por altoperuanos, salteños e indios que acompañaron la caravana. Fué recién con el terremoto de Esteco, acaecido un 13 de setiembre de 1692, que el pueblo de Salta, lo sacó en procesión por las calles, instaurándose de este modo la Procesión del Milagro hasta nuestros días.

El origen de las imágenes se remonta al año 1592, época en que el obispo del Tucumán Francisco de Victoria concretara la donación al pueblo de Salta de la imagen de un cristo crucificado de tamaño natural cuyo destino sería la iglesia matriz de Salta y de una inmaculada concepción (Virgen del Rosario) para la ciudad de Córdoba. La llegada a tierras americanas de ambas imágenes y los hechos posteriores sucedidos luego de los terremotos de 1692 fueron, según los relatos, auténticamente milagrosos.

La creación del Señor del Milagro se atribuye al artista español Juan Martínez Montañés

En la Iglesia Matriz de Salta se encontraba una imagen de la Inmaculada, que posteriormente se llamaría Virgen del Milagro, propiedad de una familia salteña que la había dejado en un nicho superior del altar. Cuenta la tradición, que con el temblor de 1692, la Iglesia sufrió graves daños, sobre todo el templo, y al ingresar los feligreses encontraron a la imagen de la Virgen en el suelo, a los pies del Cristo, como si lo mirara en actitud orante, sin que sufriera ningún daño en su rostro ni manos, a pesar de la altura desde la cual cayó. Dicen que los colores del rostro habían cambiado, quedando pardo y macilento, lo que fué interpretado como una súplica e intercesión de la Virgen ante su Hijo. A partir de este hecho la Virgen del Milagro se sumó a la procesión del Señor del Milagro.

Sin duda que esta tradición a calado hondo en los corazones de los salteños, que vivimos la llegada de Setiembre, como un verdadero Milagro, porque todo se viste de fiesta, esperando la llegada de los peregrinos, que cada vez se suman mas, años tras año, haciendo que la Fe del pueblo de Salta y alrededores sea realmente inconmensurable, por ello decimos que Salta es la capial de la Fe.

Y son los peregrinos que caminan contra todo tipo de inclemencia, ofreciendo su sufrimiento como prueba de su Fe.

El andar del peregrino se hace poesía en la voz de mi amigo tertuliano Carlos Boidi:

¡Señor del Milagro, Virgen del Milagro del pueblo de Salta no apartes tu amor!

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

4 comentarios sobre “«Del pueblo de Salta no apartes tu amor»

  1. El Milagro se ha vuelto intimo, confesional . Se hace propio en cada uno de los salteños para aprender la fe con renovada austeridad, en casa con la familia unida pidiendo la sanación del mundo entero

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  2. Esperemos que la gente cambie ,que este Milagro distinto lo vivamos con quien tengamos de compañía ,pidiendo por el mundo y por la gente que está pasando tan mal .Señor y Virgen del Milagro protege nuestro pueblo. 🌹🌹🌹🌹❤🙏

    Amén

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