La Naturaleza

Por Magdalena Tejerina

Representación de nuestra Madre Naturaleza

Cuando veo el otoño derramadas de estrellas,
el misterio y encanto se vuelven con brisa,
titilantes luciérnagas trazan su destino,
de enlodado croar en los charcos de lluvia.

Ese coro grotesco melodioso del alma,
la hierba se agiganta como suave marea,
buscando su designio de mágicos caminos,
insectos y gorriones duermen su letargo.

Soñando con soles de mieses y manjares,
de néctar y semillas, de polen y poleos,
abejas carpinteras construyen su guarida,
resguardadas del frío, del calor y del viento.

¡Protegen a sus crías! gorriones y jilgueros,
construyen su morada con tesón y trabajo,
su nido en algarrobo de torcidas ramas,
y la noche despierta al despuntar el alba.

El día ya se viste de trinos y colores,
adornan los balcones jazmines y malvones,
la hiedra trepadora que busca su destino,
enramada de luces en el bosque norteño.

Y el monte ya se aquieta al caer la tarde,
y se duerme la flor del lapacho amarillo,
y el zorzal se prepara anunciar otro día,
¡Y perdura la vida y sus sueños de madre!

Publicado por Juana Manuela

Empresa destinada a la publicación de textos de difernetes géneros literarios, como así también a la difusión de nuestra cultura latinoamericana.

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