JOSÉ RUIZ VALENCIA

 EL SEMBRADOR DE LA ROSA DE LOS VIENTOS

Por Jorge Triviño Rincón

Conocí al maestro José Ruiz Valencia, hace aproximadamente treinta y un años, cuando estuve por el municipio de Dosquebradas Risaralda, viajando con quien en ese momento era un amigo, y decidió presentármelo.

Llegamos a su hogar, una casa modesta ubicada en la vía central que conduce a la ciudad de Pereira. Él es un hombre afable y cordial, además de ser sincero y sencillo al hablar. Había publicado el libro De las zarzas y la vida, un compendio de sus escritos dividido en varias secciones: Poemas, Pensamientos, Prosas líricas y Cuentos.

Conversamos acerca de literatura, de la vida personal y de cuestiones espirituales, de las que hablaba con suma seguridad; y de las cuales dejaba traslucir en su voz, la sinceridad de quien las había vivido.

Es un hombre sencillo y de alma límpida, además de estar adornada su personalidad de un hablar pausado y tranquilo. En su rostro se puede ver el sufrimiento que ha padecido, pero también la lucidez en sus ojos, dos perlas esmeraldinas.

Habla con nostalgia y mucho dolor acerca de su preciosa hija Lucero Ruiz, quien falleció siendo muy joven, en un accidente automovilístico, en una Avenida de la ciudad de Pereira, con apenas veinticinco años; y fue él, quien se auto describió en una autobiografía:

“Nací en Santa Rosa de Cabal el 20 de julio de 1924, viví más de 50 años en Pereira, hice la primera muestra filatélica, fundé y dirigí el Cancionero Cultural Filatélico, cofundador del taller literario MITOGRAMA, en el Banco de la República, Secretario de la Asociación de padres de familia en la Escuela Normal Mixta, Director del Círculo de estudios metafísicos, tengo 6 libros escritos cinco publicados con uno gané un concurso literario.  Poseo siete melodías estilizadas, siete vocalizadas, una, ganadora de un Concurso Internacional; autodidacta, leo día y noche sin pereza ni descanso. Mis autores preferidos han sido, Víctor Hugo, Alejandro Dumas (padre e hijo), Eustaquio Palacios, José Asunción Silva, Jorge Isaacs, Ricardo Nieto Villafañe, Julio Flórez, y José María Vargas Vila, quien ha sido el autor que más ha influenciado mi vida, la Biblia católica y otros más”.[1]

José Ruiz Valencia (Literatura Risaraldense)

Confiesa el poeta, que El Círculo de Escritores de Argentina lo llamó: EL SEMBRADOR DE LA ROSA DE LOS VIENTOS, título que a mi parecer, es muy justo y exacto en el estricto sentido de la palabra.

Pero una de las cosas que más me conmovió, fue la tristeza que se reflejaba en su rostro, cuando hablaba de su amada hija Lucero, a quien le dedicó el siguiente poema, tal vez como respuesta al escrito de ella en una celebración, y que él cita en el libro De las zarzas y la vida.

LUCERITO
Como se aleja el agua de los ríos
sombría te ausentaron del hogar
aquel hogar donde naciste un día,
el mismo que has dejado de alegrar.
Desde entonces falta tu presencia
para llenar de luz aquel lugar;
el recuerdo de tu grácil personita
vive latente y por doquiera está.
Tu risa salta por todos los lugares
igual a como brinca el enano Saltarín,
bailando al son de flauta encantada
lo mismo que el flautista de Hamelín.
Todo te añora, hasta el paisaje triste
que alegrabas con tu risa juvenil
y sumido se halla en la tristeza
el nido humilde que te vio nacer.

José Ruiz Valencia

Sus  otros escritos son: “Memorias de un centro Espiritista” “Diez años de historia, sociedad de Auxilios mutuos” “Gardel cincuenta años” “Artículos Espirituales” y “Cancionero Íntimo”

Dentro de la creación musical, “Ausencia” (vals), “Feria de Pereira” (Marcha), “Encuentro” (Pasillo con aire ecuatoriano), “Flores de un día”.

Pero la tristeza que antaño yo viera en sus ojos, el día en que por única vez nos encontráramos; pudiera ser el dolor que siempre lo aquejó, desde que perdió a su amada Lucero.

                                          SED DE AMOR            
¡Cuán falto estoy de amor!
¡Agonizo de sed como esas flores
con fe adheridas a la tosca grieta
de arenoso y tétrico desierto!
¡A nadie la importa mi tragedia,
al hombro voy con mi vihuela, solo,
cantando cual nómada gitano
alegrando mi ser con tristes notas!
¡Sin un compañero en ideales
ni en quién verter las tristes penas
esas penas crueles de la vida
fieles acompañantes del poeta!
¡Solo, inmensamente solo,
mas también majestuosamente solo,
sorteando la crueldad de la vida
y tratando de salir airoso!

José Ruiz Valencia

He aquí el escrito de su hija, donde loa a su padre de manera soberbia, con sentimientos de amor y admiración:

EXPRESIÓN FILIAL
Padre: «Para tu porte heráldico» y en homenaje, he traído estas sencillas palabras. «No hallarás en ella la libélula frágil, ni el abanico frívolo de las princesas de los versos tuyos»; solo son mis sentimientos que han viajado desde el fondo de tu corazón, por los caminos que marcan las estrellas, para que les permitas subir hasta tu frente a divisar la fuente cristalina que viene rielando tu existencia desde la tierna infancia.
Viajé a ver tu tierra «desde la fresca altura de tu cabeza núbil, donde la lis descansa», papá hecho de versos y pergaminos  y bambucos, y te alcancé a ver cuando eras tan solo un manojito de lirios prendido en las altivas «manos del alba».
Te vi «cuando aún la sonrisa tus labios ignoraba y tus ojos no habían encendido sus ardientes lámparas» y alcancé a comprender que tu espíritu existía ya un Santa Rosa altivo, habitado por esa «estirpe procera que conformaba ese puñado de hombres con perfiles de montaña, hombres honrados que llevaban la vida alegremente para entregarla en coplas o repartirla en savia» generosamente, igual que la montaña.
«Aquellos tiempos fueron los del fogón de piedra y del cariño humilde, pero limpio y puro como la ropa blanca. Entonces el nombre de Dios llenaba todos los rincones y sitios de la casa; la conciencia era limpia; se usaba la fe del carbonero; los hombres se morían al pie de la palabra; la única violencia lloraba en los trapiches; el corazón latía con vaivenes de hamaca; el saludo era bueno y las seis de la tarde se dormían gozosas al tañe de las campanas»
Esos tiempos, papá, hoy vienen a coronar tu frente desde antaño. ¡Eres un humilde heraldo de los hombres aquellos que forjaron pueblos con melodías del alma!
En este veinte de julio cruzan por tu frente un amor puro, caridad verdadera, y crees ver la luna silenciosa y romántica que en tuis noches de juventud te acompañó indiscreta hasta tu amada.
El símbolo que llevas hoy ha recorrido muchos caminos abiertos; ellos saben de tus penas de entonces, de tus alegrías y de la «promesa de una dulce novia lejana»
«En  la frágil corona que el Destino ciñó a tus sienes, hay cincuenta años de esfuerzo y de lucha titánica».
Cierra tus ojos y sentirás llegar un millar de recuerdos, con lágrimas y sonrisas cargados de esperanzas.
 No las abras, padre, todavía, pues la esperanza su color quiere tener «para que con tu nombre se entremezclen los tiples, guitarras y bandolas y se rompa la armonía de la noche con una celestial melodía en tu honor».
¡Muchas felicidades te desean los capullos que florecen en el jardín de tu hogar y que Dios te conceda otros tantos años más![2]

Lucero Ruiz Cardona

                                                                         

La sensibilidad que se denotaba el maestro en su semblante, me permitió intuir que amaba su entorno pues sentía en los más profundo de su alma, que en todos los seres y las cosas, el Gran Arquitecto del Universo se manifiesta de manera absoluta en cada átomo, en cada piedra, en cada brizna de hierba, en todo ser que repta, camina o vuela. De ello, nos lo prueba el siguiente poema dedicado al elemento vital por excelencia.

H2O
Fuente de vida y de vital empeño
es el agua que a diario nos refrena;
cuidemos de ella con filial cariño
si no lo hacemos sufriremos pena.
Nos llena toda la oquedad terrena,
vivifica el paisaje y nuestra viña;
no permita el Señor se nos acabe
porque ¿cómo reverdecer a la campiña?
Sus frutos son para calmar el hambre,
alivia nuestra pobre humanidad sufrida
y atempera el clima de la tierra:
¡Agua, aunque no palpites, eres vida!

José Ruiz Valencia

Y como era un espiritualista en todo el sentido de la palabra, el siguiente poema deja traslucir el conocimiento que tenía de este trascendental tema:

BIENVENIDA
Las aves tienden su vuelo
hacia el mar infinito
para regresar sonrientes
al lugar que fue su nido.
Tú también cual esas aves,
regresas cual sol naciente
para alumbrar nuevamente
el sitio donde has nacido.

José Ruiz Valencia

Otras obras publicadas del autor son: Semblanzas de los barrios Corocito y La Capilla, Tierra Llena, Poemas y prosas para ti y Vivencias paranormales sobre ciencias ocultas.

Su producción literaria y musical, es muy amplia. He aquí una pequeña muestra de su excelsa producción:

REMISIÓN
Vete libro mío,
tu gestación ha terminado;
tanto tiempo en mi seno te acuné
y ahora… ahora… ahora, vete, vete, vete,
ve y espárcete cual hoja al viento
en alas del estío…,
sondea el sufrido corazón humano;
huye de bajezas y del alma ruin;
solázate con los espíritus selectos,
nobles y plenos de poesía
para los cuales fuiste creado.
Y que de nuevo al encontrarnos,
después de luengos años
de transitar por el sendero de la vida,
traigas la hoja de laurel
para las sienes plateadas de tu autor,
si para ese entonces
seguimos siendo dignos,
tú de mi..
y yo de ti…

No quedó debiendo absolutamente nada, pero nosotros, sí le debemos un homenaje. La grandeza de los seres, se mide por la excelsitud de sus obras y de la magnanimidad de su corazón.

Pasó los dos últimos años, en el Asilo Paraíso Otoñal en la ciudad de Dosquebradas Risaralda, donde falleció a la edad de noventa y dos años, el 13 de abril de 2022, un miércoles santo.

Vivió el poeta largo tiempo, dejando un legado de amor y una vasta producción literaria y musical.

Jamás olvidaré el día que me encontré en su presencia, que denotaba a un ser espiritual y en el que sus ojos dejaban traslucir una gran tristeza, pero también amor hacia la vida. Sus ojos esmeraldinos, reflejaban la luz que brillaba en su noble corazón.

 Vivió por más de 50 años en Pereira, durante los cuales estudió Comercio en el Instituto de Especialización Comercial, electricidad y cultura en el Instituto Técnico Superior de Pereira, su vida giro en torno a las letras la música, la poesía y el amor por la familia y su terruño.

Compositor de múltiples aires musicales que le abrieron un abanico de oportunidades y la primera fue gracias al bambuco “Risaraldeña” que obtuvo la beca para estudiar en el conservatorio de música adscrito a la Universidad Tecnológica.

Entre sus muchas facetas fue el fundador y director del “Cancionero Cultural Filatélico”, fue el promotor y coordinador de la primera Muestra Filatélica en el Centenario de la ciudad de Pereira, fue directivo de diversas agrupaciones cívicas, así mismo fue director del Círculo de Estudios Metafísicos de la localidad, Vicepresidente de la Asociación de Poetas y Escritores de Risaralda, coordinador de cuento del Taller Literario “Mitógrama” del Banco de la República, además hizo parte de “Aedos”, que agrupa a los artistas y escritores de Dosquebradas, además historiador.

Paisajes

Nutrió su intelecto asimilando paisajes, colores y romances, leyendo de forma incansable a autores nacionales y extranjeros, lo cual hacia abajo el frondoso follaje del parque Jorge Isaac en la ciudad de Cali, rodeado de las torcazas que en número sin fin se paseaban airosas por el suelo del parque bajo la mirada de Efraín y María, los inmortales amantes que describió Jorge Isaac, entre los autores que más disfrutó se encuentran Víctor Hugo, Alejandro Dumas, Eustaquio Palacios, José Asunción Silva, Ricardo Nieto, Julio Flórez y José María Vargas Vila entre otros.

En vida se catalogó como un romántico y afirmó que sus obras son románticas, sentimentales, trágicas, descriptivas y con un alto grado de espiritualidad.

En el ámbito musical valses, bambucos, pasodobles, boleros y pasillos hicieron parte de su repertorio musical entre los que rescatamos “Risaraldeña”, “Ausencias”, “Flores en tu día”, “Alborada de luceros” y “A orillas del Río San Eugenio” son algunas de las canciones que nacieron de su alma musical.

Participó en diferentes concursos y eventos culturales, entre los cuales cabe recordar “Verso y música” en la Casa de las Américas de Cuba, “Juan Rulfo” en París, “Rubén Darío” en Nicaragua y literarios en Guatemala y la Orquídea de Plata de Medellín.

Dos de sus obras fueron seleccionadas y guardadas para la posteridad, la primera “Tierra llena” que fue guardada en la urna del tiempo que se encuentra a los pies del Bolívar Desnudo de la Plaza de Bolívar en Pereira, la otra “Semblanza del barrio La Capilla” fue depositada en la caja fuerte que conserva documentos y textos literarios que será abierta en cien años”[3].

Fuentes:

  • WORD PRESS. Literatura Risaraldense. Colombia. HERRERA Jiménez, Hernán. José Ruiz Valencia. Poemas. Mayo 15 de 2016. Blog.
  • RUIZ Valencia, José. De las zarzas y la vida. Gráficas Olímpica. Pereira. Septiembre 25 de 1979.
  • Eldiario.com

[1]  WORD PRESS. Literatura Risaraldense. Colombia. HERRERA Jiménez, Hernán. José Ruiz Valencia. Poemas.  Mayo 15 de 2016. Blog.

[2] RUIZ Valencia, José. De las zarzas y la vida. Gráficas Olímpica. Pereira. Septiembre 25 de 1979.

[3] https://www.eldiario.com.co/seccion-d/las-artes/filantropo-enamorado-de-las-letras-la-musica-y-la-familia/

Publicado por jorgeeliecertrivigno

BIOBIBLIOGRAFÍA Nacido el 27 de enero de 1958 en la ciudad de Manizales. Estudios de dibujo y pintura artística en Bellas Artes, Manizales. Escritor de literatura infantil y juvenil. Ganador de mención de honor y de recomendación editorial del Premio Andino y Panamá Enka de literatura infantil y juvenil, con la novela infantil: “Ricardo Caracol”. Obras disponibles en: www.lablaa.org del Banco de la República: “El canto de la cigarra” (Poesía infantil) y “Ricardo caracol” Otras obras: “Rosa la luciérnaga” Publicada en la Imprenta Departamental de Caldas en 1992. Ensayo de carácter espiritual. Se han publicado cuentos cada mes, desde mayo de 2015, hasta el 2016, en la revista literaria: “La letra errante” de México. Ensayos publicados en la revista digital: Tras la cola de rata. Pereira, Colombia: Juan Ramón Jiménez y la rosa, La imaginación creadora, Proceso de la imaginación creadora, Anima Mundi; Amado Nervo, la búsqueda de sí mismo, Ramón del Valle Inclán y la Gnosis, Semblanza de un amigo, Iván Cocherín el poeta; Barba Jacob, un corazón atribulado, El tesoro de los magos, Grandes enseñanzas en Blancanieves, La sabiduría oculta en las palabras, La verdad y la mentira, El amante del viento y de la rosa, El mayor engaño y el mayor olvido, Inexistencia del eslabón perdido, García Lorca: dramaturgo y poeta del encanto, Luis López del Mesa: gigante de América, El amor según la sabiduría, ¿Qué es poesía?, Amado Nervo: La búsqueda de sí mismo. “Apólogos” Colección Cumanday. Editorial Manigraf. Manizales, Caldas. Octubre de 2015. “Ronda de la vida” Libro de poemas infantiles. Octubre de 2016. Obras en colectivo: • Escritos en cuarentena, en el año 2020. Editorial Manigraf, Manizales, Caldas. • Medellín, Colombia. Voces literarias en el año 2020. • Voces literarias. Editorial Manigraf, Manizales, Caldas, en el año 2021 • Poemario Baja California del sur. México junio de 2021 • Antología Mariposas peregrinas. Editorial Ave azul. Ciudad de México. noviembre de 2021. • Ensayo La imaginación creadora. Junio de 2021. Editorial Magenta. • Ensayo La imaginación creadora, diciembre de 2021. Editorial The University Press of the South. Europa.

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