Por Jorge Triviño Rincón

En mis ratos de ocio, acostumbro escuchar música de todo género, pero principalmente baladas románticas de varios países, dentro de los cuales, se encuentran artistas argentinos, ya que los oí en mis años mozos.
A finales del mes de diciembre del año 2024, algo en mi interior, me invitaba a buscar por internet, las melodías del gran cantautor argentino Leo Dan; y antes de finalizar el año, me llegó el pensamiento de su posible y definitiva partida de este mundo; pero hay algo más asombroso, y es que exactamente el día primero de enero de 2025, mientras realizaba un viaje de fin de año, y de regreso a mi hogar, que llevé a cabo con mi familia, sentí la necesidad de consultar mi teléfono celular para saber de las últimas noticias del del año 2025—, hallando para mi sorpresa— la noticia del deceso del gran cantante argentino Leo Dan, y me pregunté porqué razón tuve ese impulso aparentemente involuntario.
Leopoldo Dante Tévez conocido como Leo Dan, murió este 1 de enero en Miami, Florida. Fue un cantante, compositor y actor que nació el 22 de marzo de 1942 en Estación Atamisqui, Santiago del Estero, en Argentina; logrando consolidar una carrera artística de más de 60 años.
https://www.senalcolombia.tv/cultura/leon-dan-muere-legado-inigualable-musica-composiciones
Leo Dan, famoso por interpretar éxitos como ‘Mary es mi Amor’, ‘Con los brazos cruzados’, ‘Siempre estoy pensando en ella’, ‘Como poder saber si te amo’, ‘Será posible amor’, ‘Te he prometido’, ‘Esa pared’, entre otras, grabó más de 70 álbumes en países como Argentina, Perú, Chile, Colombia, España y México. Dejó un legado de más de 1500 canciones escritas, 40 millones de copias vendidas y un estilo musical que resonó en diferentes idiomas como el italiano, portugués, alemán, francés, inglés y japonés.

Esa situación, me pareció semejante a la ocasión en que me informaron que mi hermana Maria Luz, había fallecido en la ciudad de Bogotá, y yo—, sin tener la menor duda—, le respondí: “ella no ha muerto. Mi corazón me dice que no”, como realmente ocurrió.
¿Cómo se opera esta comunicación a pesar de no pertenecer al mundo material? ¿cómo se genera la visión tan perfecta?
Un tiempo antes, cuando estudiaba en la Universidad, me fui a visitar a una novia que tenía en una ciudad cercana a Manizales, y sin permiso, ni aviso a mi madre. Mientras me desplazaba en un bus casi vacío, y con las luces apagadas al interior, escuché una voz que me llamaba: “Jorge…” Miré en derredor para conocer a la persona que me llamaba, descubriendo que ninguno de los escasos pasajeros pudo haber sido. Era imposible. La voz era femenina, y no había alguna mujer.
Terminé de llegar, pero me devolví pronto después de hacer una corta visita, retornando a mi hogar. Allí me esperaba mi madre, muy preocupada. Al contarle lo ocurrido, me dijo que había encendido una vela a la virgen, pidiendo que no me sucediera nada. La voz que percibí, ¡era la de mi madre!, clamando por mi pronto regreso.
Todos los hechos que narro, buscan explicar la manera en que estamos interconectados por el Alma del Mundo, o Anima Mundi, como la han denominado los filósofos socráticos. Aunque estemos lejos en distancia, es posible saber o presentir; es decir: sentir antes de que ocurra algo.

Este sentido es denominado intuición. Para el psicólogo Carl Gustav Jung, “La intuición es la inteligencia del inconsciente.”
Es “Una percepción inconsciente que penetra el objeto, sin analizarlo ni racionalizarlo”.
Según este gran psicoanalista, la intuición es una forma de conocimiento que no está basada en la razón o la lógica, sino en la experiencia y la percepción directa.
Esta forma de conocimiento es maravillosa y nos permite conocer o saber de sucesos previamente, sin necesidad de usar la mente racional. Es un conocimiento más puro, sencillo y veraz.
Lo que narro, lo hago con el fin de demostrar que nuestra alma puede saber de acontecimientos pasados, presentes o futuros; ya que ella es de carácter divino, y nos comunica con El alma del Mundo. Tenemos 72.000 terminaciones nerviosas que nos permiten vislumbrar hechos desconocidos para nosotros y para los demás.
Leo Dan, acompañó mis días de niño, de adolescente y hasta este instante de mi adultez, llenó mis días de belleza.
Son tantas las canciones que escribió, que asombra la cantidad, la calidad, la belleza y la variedad, ya que escribió algunas de carácter infantil.
Este artista murió dormido en su casa de Miami, rodeado de su familia; y desde hacía varios años padecía de diabetes e hipertensión, a los 82 años de edad.
El alma nuestra, nos permite comunicarnos por vía telepática. De ello también, conocí dos casos que me dejaron perplejo:
El alma nos permite cruzar las fronteras físicas y espirituales, y es de carácter divino, como lo asegura el siguiente texto de la obra El castillo de Asélzion de Miss Marie Corelli, traducida por Ramón Barahona Medina:
«El Hombre es la ‘imagen de Dios’, en cuanto posee razón, voluntad e inteligencia que lo distinguen de la creación puramente animal, y en cuanto ha recibido un Alma, eterna, formada para el amor y para todas las cosas que crea el amor.»
«El pensamiento es la voz del Alma. Justamente, así como la voz humana es transmitida a través de la distancia por los alambres telefónicos, también la voz del Alma se transmite a través de las fibras radiantes conectadas con los nervios del cerebro.»
También, en este precioso libro pleno de sabiduría, nos da la clave para percibir que en nosotros está el secreto para mantener la vida por un tiempo realmente indefinido:
«El alma es siempre joven, y su propia radiación puede conservar la juventud del cuerpo en que habita.»
Terminaré con este precioso y sabio poema de Juan Ramón Jiménez:
ES MI ALMA
Juan Ramón Jiménez
No sois vosotras, ricas aguas
de oro las que corréis
por el helecho, es mi alma.
No sois vosotras, frescas alas
libres las que os abrís
al iris verde, es mi alma.
No sois vosotras, dulces ramas
rojas las que os mecéis
al viento lento, es mi alma.
No sois vosotras, claras, altas
voces las que os pasáis
del sol que cae, es mi alma.
