Desapego

Por Lucila Moro

En las reflexiones del artículo anterior, donde hablaba de la Paz, no dejaré de insistir en lo importante que es aprender a soltar. El no apegarse a las circunstancias, personas o cosas.

Todo apego es el combustible de la manipulación y el control que intentas ejercer sobre las situaciones que vives. Es un gran generador de sufrimiento y el principal alimento de todos tus problemas.

Los hace crecer cada día más, hasta que de pronto estamos tan apegados a ellos que ya no sabemos vivir sin sentirnos víctimas de las circunstancias. Y a demás nos enfermamos.

El objetivo de las terapias es que encontremos la raíz o causa de nuestros bloqueos y poder neutralizar la energía que hace que una persona tenga una determinada situación en su vida. Es a través de esta energía hacen que estos bloqueos, que son los problemas, puedan eliminarse y la mejora puede ocurrir inmediatamente aprendiendo a observar a 360º.

Lo que desencadenó todo este proceso fue el gran apego que hemos sostenido hacia una situación marcada por nuestra propia energía. A lo largo de mi vida he visto muchos casos de este tipo.

Las personas que aparentemente logran salir de un problema tan complicado, y meses después manifiestan una enfermedad tan grave que los lleva a la muerte.

No pudieron disfrutar aquello que supuestamente habían vencido. Evidentemente, eso no es vivir en paz ni en armonía.

Si queremos vivir en paz y equilibrio, debemos separarnos de las situaciones y soltarlas, dejarlas ir…

Cuanto más nos atemos a estas situaciones, más problemas crearemos. Cuando pedimos justicia, equilibrio y paz y eso no sucede, es porque esa resolución no era ni justa ni equilibrada.

Lo que en realidad hará es es restablecer el equilibrio que nosotros mismos alteramos en el pasado.

La mejor manera de tener equilibrio y equidad en una situación es despegándonos de ella e iniciando un nuevo proceso creativo.

Ahora bien, esa misma manifestación de equilibrio, equidad y justicia puede hacer que «perdamos» lo que tanto amamos.

En este caso, debemos saber que el equilibrio que se ha restablecido es el final de un ciclo de causa y efecto que nunca más se repetirá. Y aunque cueste creer, eso representa el mayor beneficio para nuestras vidas.

Si no interponemos una nueva causa y no generamos un nuevo desequilibrio energético, la armonía entra en nuestras vidas.

Cuando nos aferramos a circunstancias e intentamos vencer a toda costa, estamos destruyendo nuestros cuerpos físicos, a los seres que nos rodean, y nuestro propio mundo.

Al pedir equilibrio y justicia ante una situación, debemos aceptar incondicionalmente los resultados que surjan de esa circunstancia. Sólo así lograremos la paz tan anhelada.

Lo único que puede influir en cada uno de nosotros, está en nuestra mente. Al igual que lo bueno y lo malo, están la armonía, tranquilidad y la Paz que anhelamos.

Comencemos a amarnos sinceramente y empezaremos a vivir bien y mejor.

Y si nos enfrentamos a una circunstancia desfavorable, sabremos cómo actuar.


Podemos crear algo nuevo en armonía, equilibrio y perdón.

RESUMIENDO

¿Qué hacemos cuando nos mudamos? De una casa grande a un departamento pequeño. (Poco importan las razones de la mudanza). Lo que necesitamos funcionalmente es un espacio personal que pueda contener lo que mas valoramos y que nos sirva. Así tenemos que deshacernos de cosas inútiles del pasado o del presente, porque no hay espacio vital para esas cosas: ya son caducas y vivieron su tiempo.

Uno no vive en los desechos o en la basura, por eso es impredecible hacer a cada rato una gran limpieza emocional como física. Después de esta limpieza y desapego, no nos sentiremos tan pegajosos y llenos de cosas ajenas.

En la vida cada uno de nosotros tiene el reto de elegir entre llevar una vida cargando las mochilas de los demás y ser servidumbre o encargarse de la única propia y ser responsable.

Creer que ayudamos a los demás cargando sus mochilas o ayudándolos a hacerlo, lo complica más y no facilita una vida a cada uno de nosotros y a las personas amadas que nos rodean. Es una gran falta de responsabilidad pensar en los demás porque uno solo complica todo y no soluciona nada.

Muchas enfermedades tienen la raíz en el malentendido. Ninguna terapia, médico, medicamento puede ayudar si uno no toma las decisiones en el momento correcto.

Esperar que las cosas solas se arreglen es un error que siempre pagamos. Hace falta tener una actitud firme decididos a ser feliz en su propia vida.

Solo observa la naturaleza, ella vive y sobrevive con lo único y básico que necesita y no con miles de adornos o preocupaciones.

Así que si deciden algún día llegar a ser una persona responsable, en paz y feliz suelten y despéguense de lo inútil.

Publicado por vickylm57

Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

Un comentario en “Desapego

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