POEMAS DE PUÑO Y LETRA
Por Jorge Triviño Rincón

Una de las cosas maravillosas de mi vida como lector, es la de poseer algunos libros raros.
Uno de ellos, es el libro La inteligencia de las flores, de Maurice Maeterlinck, que me fue obsequiado por la bibliotecaria de El Centro Colombo Americano de la ciudad de Manizales.
Iban a botar en la basura este precioso ejemplar, pues jamás había sido consultado. Sus hojas estaban unidas de a dos páginas, y se hallaba en perfecto estado.
Cuando lo llevé a casa, pude contemplar, cómo un lienzo puro dejaba ver el precioso contenido de un premio nobel de literatura en 1911. Ha sido de gran valor para mis investigaciones del libro Siete leyes del Universo.
Otro texto, es la obra del escritor colombiano José de Recasens. Un libro de acuarelas sobre la ciudad de Cartagena, hermosamente empastado con alambre de cobre.
José de Recasens Tuset (tarragona, 1915- Bogotá, 1990), arquitecto, había realizado estudios de antropología y tenido contactos académicos con Paul Rivet en el Museo del Hombre en París. Llegó exiliado a Colombia en 1939, a consecuencia de la Guerra Civil española, gracias al apoyo del cónsul español en Barranquilla. En 1941, Rivet lo invita a ser profesor en la Escuela Normal Superior y a trabajar en el recién formado Instituto Etnológico Nacional. En 1943, cuando Rivet se fue a México, le confió a Recasens la dirección del Instituto Etnológico Nacional (IEN) y la administración y manejo de los fondos que Rivet había conseguido del Gobierno provisional de la República Francesa para las investigaciones etnológicas en Colombia, y la publicación de sus resultados en la revista del IEN.[1]
Otra joya de mi biblioteca, es un libro escrito a mano: Poemas de puño y letra del insigne escritor colombiano Félix Raffán Gómez, que llegó a mis manos en análogas circunstancias, pues mientras me hallaba en la Biblioteca Municipal de Manizales, pude saber que iban a botar a la basura otro Libro: Poemas de puño y letra del escritor vallecaucano. Las condiciones del ejemplar, eran realmente pésimas en su conservación, pero tenía varias características, que lo hacen único:
Aparece su firma con tinta indeleble y hay correcciones de su puño, después de su edición final.


Por sus extraordinarias características, es una joya que justiprecio y valoro, además de la excelente calidad literaria de sus poemas.



Diversos sectores de la sociedad bogotana la cátedra universitaria, el periodismo, el ámbito académico fueron sorprendidos ayer por la muerte de Félix Raffán Gómez. Oriundo de Florida, Valle del Cauca, en Cali terminó su educación secundaria, y por más de medio siglo hizo de Bogotá el escenario de su fecundo quehacer intelectual, después de graduarse de abogado en el Externado de Colombia, en 1947.
Cofundador del Círculo de Periodistas de Bogotá; jefe de redacción del diario La Razón; redactor del boletín institucional de la Academia Colombiana de la Lengua; miembro de la planta de redactores de EL TIEMPO por más de tres lustros; 125 años de su fundación. La Academia de Letras Castellanas, de Nueva York, le otorgó primer premio Pluma de Oro por su soneto Paisaje nativo, en su concurso para honrar la memoria de Cervantes.
Todas estas facetas, aunadas a su insobornable pulcritud moral y don de gentes, dejan de la personalidad de Félix Raffán honda huella de afecto en los círculos intelectuales, académicos, docentes y periodísticos de Bogotá.
Esta nota periodística, fue publicada por el periódico El Tiempo, de la ciudad de Bogotá, el 23 de abril de 1996.[2]
Este precioso ejemplar de poesía, tiene unos rasgos bastante claros, de los que podía suponerse, es un libro incunable, ya que tiene la rúbrica del autor, una corrección de una palabra con la tinta de su pluma, carece de nombre de la editorial, o al menos quién lo editó, y faltan los números de cada página.

Fuentes consultadas:
[1] Antipoda. Revista de Antropología y Arqueología Print version ISSN 1900-5407. Antipod. Rev. Antropol. Arqueol. no.11 Bogotá July/Dec. 2010
[2] Archivo Periódico El Tiempo de la ciudad de Bogotá de la edición impresa. Abril 23 de 1996.
