Explorando Nicaragua a Través de la Pluma de Gioconda Belli: Inspiración para un Viaje Literario

Por Daniela Latorre

En el vasto panorama de la literatura latinoamericana, hay nombres que brillan con una luz propia, iluminando no solo las páginas de sus libros, sino también las almas de quienes se aventuran en sus historias. 

Cada año en mis viajes voy encontrando nuevas voces que desconocía y me ayudan a darme una idea más acabada del suelo que estoy pisando. Otras veces, leer a los clásicos resulta el punto de partida para organizar mi agenda y llenar mi mochila de ilusiones, decidida a comprar pasajes y explorar la tierra que los vio nacer. 

Pero no siempre mis aventuras por el globo son terrenales. Muchas otras veces – la mayoría, de hecho- las puertas a territorios extranjeros se abren para mí de la mano de libros que leo, aunque aún no logro visitar en carne propia. 

Entre estos destellos literarios, se desveló ante mí hace unos años la figura de Gioconda Belli, cuya pluma ha tejido con maestría las complejidades del amor, la lucha y la identidad en el contexto de su amado país, Nicaragua.

Inicios y Exilio

Nacida en la encrucijada de Managua en 1948, Gioconda Belli emergió en un tiempo marcado por las sombras y los claroscuros de la agitación política nicaragüense. Su infancia transcurrió en el crisol de la historia, donde las semillas de la rebeldía y el activismo fueron sembradas en la tierra fértil de su alma. Sin embargo, la creciente represión política la empujó hacia el exilio, obligándola a abandonar las orillas de su tierra natal en busca de refugio en las costas lejanas de la libertad.

«Me exilio porque no me resigno a vivir en una sociedad donde no puedo vivir con dignidad.»

Gioconda Belli, «El País de las Mujeres»

Esa lucha se convirtió en mi vida. Había un sentimiento de comunión con el resto de guerrilleros. Formábamos un solo cuerpo porque los compañeros se morían. Allí encontré la literatura que me reveló mucho de mí misma y de mi relación con el mundo. Pude ver la maternidad no desde la visión tradicional, abnegada y sacrificada, sino desde un punto de vista abierto a la discusión.

Todas las mujeres llevamos dentro una mujercita que nos está diciendo cómo deberíamos portarnos y nos empuja al sacrificio. Esa es la primera a la que debemos callar.

en una entrevista para el diario el país del año 2020

Primeros Versos y Reconocimientos:

Fue en los laberintos del exilio donde la pluma de Belli encontró su voz, susurros de protesta y pasión que se alzaron como estandartes de resistencia. Sus primeras incursiones literarias, como «Sobre la Grama» (1972) y «Línea de Fuego» (1978), son ecos resonantes de su compromiso con la causa revolucionaria y su amor inquebrantable por su tierra natal.

«Soy la dueña de mi silencio y esclava de mis palabras.»

Gioconda Belli, «La Mujer Habitada»

A lo largo de su travesía literaria, Belli ha sido laureada con incontables galardones, entre ellos el venerado Premio Casa de las Américas por su obra maestra «La Mujer Habitada» en 1983. Esta epopeya literaria no solo la erigió como una de las voces más preeminentes de la literatura latinoamericana, sino que también la catapultó a la fama literaria internacional.

Obras Emblemáticas:

«La Mujer Habitada» no es simplemente una novela; es un viaje iniciático a través de los misterios del alma femenina y los laberintos de la revolución. En esta epopeya literaria, Belli nos sumerge en un torbellino de pasión y resistencia, donde los hilos del destino se entretejen con los sueños de libertad y la lucha por la justicia.

«Me rebelé porque no podía respirar, me rebelé por mí misma y por todas las mujeres que han sido sometidas y despreciadas.»

Gioconda Belli, «La Mujer Habitada»

Otra joya en la corona literaria de Belli es «El País de las Mujeres«, el primer libro de la autora con el que me topé. Se trata de una utopía literaria donde las voces silenciadas encuentran eco en los vientos de la igualdad y la emancipación. A través de esta narrativa visionaria, Belli desafía las convenciones sociales y construye un universo donde el poder y la libertad pertenecen a las manos femeninas.

«Vivir es trabajar por la vida.»

Gioconda Belli, «El País de las Mujeres»

Su Presente:

A pesar de su exilio, el vínculo entre Belli y Nicaragua permanece inquebrantable, como un río eterno que fluye a través del tiempo y el espacio. En la actualidad, y luego de una segunda expulsión de su tierra natal y la quita de su nacionalidad por parte autoridades del gobierno, Gioconda reside en Madrid, desde donde continúa tejiendo los hilos de su narrativa y participando en el diálogo cultural global. A través de su obra, sigue siendo una voz profética en la lucha por la justicia social y la igualdad de género en su tierra natal y más allá.

Uno no escoge
Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.

Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo.

Nadie puede evadir su responsabilidad.

Nadie puede taparse los ojos, los oídos,
enmudecer y cortarse las manos.

Todos tenemos un deber de amor que cumplir,
una historia que nacer
una meta que alcanzar.

No escogimos el momento para venir al mundo:
Ahora podemos hacer el mundo
en que nacerá y crecerá
la semilla que trajimos con nosotros.

Gioconda belli (1974)

Nicaragua Hoy:

En los mares agitados del presente, Nicaragua navega entre las corrientes de la historia y las mareas del cambio. A pesar de los desafíos políticos y sociales, el país sigue siendo un faro de belleza y cultura, con sus paisajes exuberantes y su patrimonio cultural único.

Entre los destinos más codiciados se encuentran las callejuelas empedradas de Granada, las selvas exuberantes del Volcán Masaya y las playas doradas de San Juan del Sur, cada uno un tesoro en el vasto paisaje de Nicaragua.

Escenarios de ocupación y conquista española, las tierras que hoy pocos turistas se atreven a explorar sirvieron de escenario para las utopías y novelas de mitología prehispánica que Gioconda creó a lo largo de su obra. «Tan violentamente dulce», al decir de Cortázar, pero tan frágil, según nuestra homenajeada de hoy:

Nicaragua herida sangra lodo
por las llagas abiertas de su corazón.
¿Quién te sanará país pequeño? 
¿Quién te protegerá?
Ahora que hasta los volcanes 
doblan la cresta anonadados.
Y llega el turno de sobar la piel de los ríos
y calmar la fiebre de los lagos.

Legado Literario Nicaragüense:

Más allá de las fronteras de la fama, el país ha sido cuna de numerosos talentos literarios cuyas palabras han resonado en los corazones de generaciones. Entre ellos se encuentran luminarias como Rubén Darío, el príncipe de las letras hispanoamericanas, y Ernesto Cardenal, el profeta poeta cuyo verbo ha trascendido los límites del tiempo.

Pero es imperativo destacar el papel crucial de las mujeres en el panteón literario nicaragüense. Figuras como Claribel Alegría, Gioconda Belli y Daisy Zamora han iluminado el camino con su genio creativo y su visión única del mundo.

A través de sus palabras, nos invitan a explorar los rincones más oscuros y luminosos del alma humana, revelando los misterios del ser y la esencia de la vida.

Gioconda Belli es más que una escritora; es una sacerdotisa de las palabras, una alquimista que transforma la realidad en poesía y prosa. A través de su obra, nos invita a adentrarnos en los laberintos del alma humana y a contemplar la grandeza y la miseria del mundo que habitamos. En un universo saturado de ruido y banalidad, las palabras de Belli resuenan como un eco eterno, recordándonos la belleza y el poder de la literatura para trascender el tiempo y el espacio. Y, sobre todo, las fronteras: esas que sólo la pasión por las letras logran sortear.

Me despido hoy con el sueño de pisar algún día ese suelo distante y caribeño, con la esperanza de seguir el legado de esta gran maestra que la lectura me acercó. Y, también, con un último poema suyo que, creo, hace honor a su espíritu combativo y a la vez alentador:

CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
 
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
 
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
 
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
 
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto.
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas
 
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
 
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
 
Has de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero.
Guarda las distancias.
Constrúyete. Cuídate.
Atesora tu poder.
Defiéndelo.
Hazlo por ti.
Te lo pido en nombre de todas nosotras.

Publicado por María Daniela Latorre

De Argentina. Escribo y viajo. Lic. en Psicología. Tutora de lenguaje. Políglota 6+. Fan de la playa y los mares turquesas.

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