JUVENTUD PLENA

Por Lucila Moro

¿Cuándo empieza y termina la adolescencia?

La biología, la neurociencia y la sociedad no están de acuerdo a la hora de acotar la edad en la que se es adolescente. Cada persona evoluciona de manera distinta, pero la adolescencia sigue teniendo una injusta connotación negativa. Según la UNICEF son adolescentes las personas que tienen entre 10 y 19 años. 

Desde un punto de vista biológico la adolescencia coincide, aproximadamente, con la Pubertad, etapa en la que los seres humanos experimentamos importantes cambios fisiológicos, principalmente a nivel sexual y cognitivo.

Sin embargo, la adolescencia no puede definirse solo por los procesos de maduración biológica. 

Tiene, además, una dimensión social y cultural de la que depende la atribución de significados, conductas y expectativas a esta etapa de la vida, que varían según las sociedades y épocas.

La adolescencia es un periodo que incluye la niñez y su superación.

La adolescencia tardía, que otros llaman “post-adolescencia”. Para unos comienza a los 18 años y para otros a los 20, prolongándose de manera difusa hasta los 21 o más años y solapándose con lo que también algunos llaman “juventud plena”, alrededor de los 24 años.

Es normal que estos criterios sean un tanto convencionales e imprecisos, pues debe tenerse en cuenta que los procesos de maduración biológica no son iguales en todas las personas. Tampoco lo son los procesos de maduración psicosocial, con diferencias según las particularidades de los individuos, a su vez condicionados por las características de las sociedades en las que se desarrollan.

Un aspecto que interesa discutir es la asociación entre adolescencia, inmadurez y problematicidad.

En general, la adolescencia es percibida por las personas adultas como un periodo problemático, debido a que los chicos y las chicas están expuestos a mayores riesgos por la contradicción entre sus aspiraciones de autonomía, su evolución afectivo-sexual y su inmadurez psicosocial.

La palabra “adolescente” guarda relación con el verbo «ADOLECER» que significa experimentar dolencias y/o padecer algún defecto. 

El punto de partida lingüístico denota una fuerte negatividad respecto a la condición adolescente, alimentada a su vez por el trato sensacionalista que suele recibir de los medios de comunicación.

¿Duele ser un adolescente?

Por supuesto que sí o probablemente uno ni se da cuenta. Desde el punto de vista biológico hay procesos madurativos que tendrán su recorrido bastante más allá incluso de la mayoría de edad legal.

Las áreas del cerebro de las que dependen nuestros juicios racionales y una ponderación más ajustada a la realidad en términos de costos y beneficios, objetivos y riesgos alcanzan su madurez a lo largo de la veintena, antes en las mujeres que en los hombres y la madurez psicosocial no se alcanza hasta los 27 años.

Esto no inhibe a las sociedades para que, culturalmente, establezcan hitos progresivos de madurez psicosocial. En América Latina es habitual realizar a los 15 años un ritual de transición.

También los sistemas educativos establecen una segmentación del itinerario escolar según rangos de edades que presuponen determinados niveles de madurez.

La adolescencia no es, por supuesto, una etapa de la vida exenta de problemas. Sin embargo, la realidad confirma solo en parte la asociación entre adolescencia, inmadurez y problematicidad. 

Hay muchas adolescencias, al igual que las personas adultas somos también muy diversas y no dejamos de evolucionar en muchos aspectos a lo largo de toda la vida.

Por otra parte, conviene preguntarse qué significa ser una “persona adulta” ¿Se supone que es responsable, juiciosa, tiene autocontrol emocional, es autónoma y asume siempre responsabilidades y compromisos? 

¿Es ser adulto todavía ser algo como Adolescente-adulto?

De verdad todas las personas adultas que conocemos incluidos nosotros mismos respondemos a esa idea de la adultez. La Neurociencia puede ayudar a plantear de otro modo la relación entre adolescencia, inmadurez y problematicidad. 

Si bien es cierto que hay procesos biológicos inconclusos también se verifica que, biológicamente, en este periodo de la vida existe un gran potencial para el desarrollo de muchas capacidades del ser humano.

Conviene entonces sustituir la idea de déficit por la de potencialidad y asumir que el desarrollo de ese potencial requiere determinadas condiciones que incluyen, necesariamente, un cierto grado de problemas. 

Apostemos por la adolescencia en positivo, poniendo más esperanza y altas expectativas en el talento y las capacidades creadoras de las y los jóvenes.

Para eso hay que estar cerca, pero sin invadir sus espacios; saber escuchar y no precipitarse en aconsejar y prohibir, aunque sea imprescindible dejar claras ciertas normas y límites fundamentales, mucho mejor si es con su participación.

Este camino exige acompañamiento y recursos que debemos aportar las personas adultas –en diálogo y colaboración con las personas jóvenes– en forma de actitudes desprejuiciadas, escuchándolos, dialogando, acompañándolos en la educación, formación profesional, sabiduría existencial y condiciones buenas de vida a través del buen trato, valores, respeto y confianza.

Las edades adolescentes configuran una privilegiada etapa biológica y social generadora de oportunidades y nuevos horizontes. 

La adolescencia es un periodo de la vida en el que cuerpo y mente piden autonomía, explorar límites, trascender fronteras, tomar decisiones y asumir riesgos y responsabilidades. 

Nada de esto está exento de problemas. Al mismo tiempo, se necesitan oportunidades y condiciones sociales que lo faciliten. Y, por supuesto, límites, barreras de contención y colchones amortiguadores.

Los problemas de la adolescencia tienen su causa más en los déficits de la sociedad adulta, en lo no queremos o no sabemos aportar, que en la inmadurez de los jóvenes.

Algo bueno está ocurriendo cuando centenares de miles de jóvenes discuten, se manifiestan y proponen soluciones para mejorar este mundo al borde del colapso que sus mayores les vamos a dejar en herencia. 

ENTONCES….

¿Quiénes son los inmaduros y que edad tienen?

Publicado por vickylm57

Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

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