LAS PRÉDICAS CIBERNÉTICAS DEL CIELO

Por Lucila Moro

La superstición no es algo presente en mi vida, tampoco soy cabulera ni demasiado creyente pero, obviamente, si me cuesta el mismo trabajo, el mismo tiempo y distancia pasar por debajo de una escalera o esquivarla, hago esto último…

No creo que el gato negro que se cruza delante de mi auto sea premonitorio de una desgracia, pero me ha servido para darme cuenta que vengo bastante relajada en mi forma de manejar y entonces comienzo a prestar más atención (Gracias Don gato)…

No abro el paragua en casa porque no tengo, y porque si algún día me compro uno ocuparía la mitad de mi departamento, debería andar saltando por encima de la “cosa” y seguramente el riesgo de romperme la cabeza o un brazo sería altamente probable…

Las cábalas que algunos tienen en cuestiones tan simples y mundanas como mirar un partido de fútbol son casi inentendible para mí. Mi razón me dice que nos encomendamos a ciertos comportamientos cuando algo no anda bien, cuando no funciona, porque si un equipo de estrellas, con los mejores jugadores del mundo funciona como un relojito.

Fácil es suponer que enfrentándose al seleccionado de Antigua & Barbuda la diferencia podría ser de 10 goles y aunque el partido haya terminado 8 a 1, haberse privado de la comodidad durante 90 minutos de unas piernas cruzadas hubiese sido realmente una tontera ….

Los Dioses y la creencia en ellos llegaron en el momento exacto, para garantizar la supervivencia de la especie y que no reine la anarquía en una sociedad incipiente y primitiva, donde el más fuerte se valía de su condición para lograr lo básico e indispensable para su sustento… y entonces, ahí estaban ellos, Dioses, castigando las malas acciones y exponiéndose a suplicas de buena cosecha o de lluvias en tiempos de sequías…

Siempre en situaciones límites, y yo no soy la excepción, llego a pedir y a encomendarme al cielo cuando vengo destartalada, estropeada, trastabillando y a los porrazos, o cuando siento que hace mucho que no pongo en práctica mi espiritualidad religiosa y entonces, por si las moscas, mi visión periférica detecta, al pasar por una iglesia, le envía prontamente la señal al cerebro y ahí estoy, persignándome y acordándome, poco y tarde, de aquello que, en otros momentos pasados, vaya uno a saber en cuantos más futuros, llego suplicando una ayuda desesperada y urgente…

Los tiempos han cambiado y el cielo no está ajeno, tanto es así que, los espíritus cooptados, predican a través de las redes sociales, Facebook, Instagram, Messenger, Whatsapp, Twitter y TikTok, son un ejemplo de tanto mailing divino en un marketing agiornado y veloz recorriendo fibras ópticas y señales satelitales, esparciéndose por cada rincón del planeta y llegando a mí para recordarme mis deudas pasadas y mis ciertas súplicas futuras que sin dudas habrán de llegar como siempre ha sido a último momento y como último recurso. Y asi, como dicen que las brujas no existen, ¡pero que las hay, las hay! …

No controlo todo lo que recibo por este medio. Tampoco me gustaria hacerlo y jugar a Dios. Así también existirá lo divino y por si acaso, de vez en cuando me encomiendo a ello.

Así fue que de tantas publicaciones de facebook recibí una en la que me decía “SI ALGUNA VEZ DIOS HA HECHO UN MILAGRO EN TU VIDA, DI AMÉN, Y me pareció oportuno congraciarme con aquellos que terrenalmente mucho trabajan en lo mediático para la afiliar a tanto descarriado necesitado de la santa providencia y de la compasión divina, y ahí estuve yo con mi “ AMÉN” para descubrir que hay una cofradía que se retroalimentan de información y se intercambian datos con una celeridad y precisión propia de los servicios de inteligencia de los estados, contando seguramente con información brindada por Bill Gate o Mark Zuckerberg o vaya a saber cuántos más porque desde ese día comencé a recibir mensajes de diferentes páginas … “Dios es bueno”, “ Dios es amor”, “Dios tiene un propósito contigo”, “Voz de Dios”, “Dios es mi fortaleza”.. y un grupo de Whatsapp llamado “Iglesia pregrina” llegó solito hasta mi celular invitándome a través de terceras personas a unirme…

No sé cómo se enteraron ni quien les dijo, por eso supongo que habiéndome hecho conocida dentro de los diferentes estamentos que construyen los peldaños para llegar al cielo, ellos quieren brindarme una, seguramente única, oportunidad de salvación…

No soy una desagradecida, pero mi celular suena a la siesta, por la mañana, a la tarde, de noche y me debato entre molestarme por el “rompebolismo” y el temor de no estar oyendo un llamado de salvación espiritual que me lleva a pensar si vale la pena porque estoy segura que esa salvación a la que se refieren yo ya no la tengo. ¡¡¡Seguramente tendré que avisarles.!!!

Tengo mis Amen secretos que van mas acorde a la traduccion literal de esa palabra … muchas veces mal interpretada. La palabra «amén» viene del hebreo (אמן = amn) y significa «es verdad». La palabra «amén» también significa «Así sea».

Sea lo que sea son tantos los que me tironean para que me aliste en las filas de la espiritualidad que por ahora sólo voy a poner el celu en silencio y no escribir más un “AMÉN”… Sin borrar nada obviamente, por si las moscas o por si ¡me están vigilando!


Publicado por vickylm57

Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

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