Por Lucila Moro
Esta no es una fórmula para vivir feliz; creo que no, pero sí lo es para tener fuerzas y examinar el contenido de la vida, cuyas apariencias nos marean y engañan.
No miren ni escuchen lo que hacen los demás.
Sean ustedes mismos por sobre todas las cosas, el bien y el mal, el placer y el dolor, sobre la vida y la muerte. ¡¡SEAN nada más!!
Y serán fuertes como un roble entonces. Fuerte a pesar de todo y todos.
Interróguense siempre lo siguiente: “¿Soy sincero conmigo mismo?” Y si el corazón le dice que sí, y tiene que tirarse a un pozo, tírese con confianza. Siendo sinceros ¡no se va a matar!
La vida, la misteriosa vida que rige nuestra existencia impedirá que usted se mate tirándose al pozo. Me dirán ustedes: “¿Y si los otros no comprenden que soy sincero?” ¡Qué le importa a usted de los otros!
La vida y la tierra tienen tantos caminos con alturas distintas, que nadie puede ver a más distancia de la que dan sus propios ojos.
Me dirán ustedes: “¿Y si me equivoco?” No tiene importancia. Uno se equivoca ¡cuando hace! Ni un minuto antes ni un minuto después. ¿Por qué? Porque así lo ha dispuesto la vida, que es esa fuerza misteriosa. Si se han equivocado sinceramente, lo perdonarán, O no… Interesa poco. Ustedes sigan su camino.
Amigos, con sinceridad y con su verdad en la mano van a triunfar. No hay nadie, absolutamente nadie, que pueda hacerlos caer. Y hasta los que hoy les tiran piedras, se acercarán mañana para sonreírle.
Créanlo, amigos. Un hombre sincero y de bien es tan fuerte que sólo él puede reírse y apiadarse de toda la mediocridad del resto.
Consejos:
- No permitas que una lengua larga y filosa, envenene tu vida.
- Ignora al envidioso, que no te perturbe la cizaña.
- Si murmuran, hablan mal y a tus espaldas, sigue tu camino, recordando que el que se humilla será ensalzado y el que se ensalza será humillado.
- Recuerda, si te envidian será porque algo de calor atesoras en tu vida…Algo tienes para que te envidien…. Entonces no vale la pena hacerle el juego a los restantes.
- Si te sientes seguro de ti mismo y de todos tus actos, que sea el testimonio de tu vida, la única respuesta a los que hablaron.
- Siempre es preferible el silencio a dar explicaciones a los necios.
- Si te ofenden, no te endades, si te halagan cuídate de la soberbia.
Tal vez te duela el agravio injusto, el gesto impertinente, Procura sin embargo, no ser como los otros. ¡¡Se distinto!! ¡¡Se único!!
Más, tarde o temprano, ¡la verdad es la triunfante!
No es bueno dejarnos ¡vencer por la mentira!
Las Tertulias de Juana Manuela 