EL CANTO ​DE LOS COPLEROS

Por Anibal Aguirre

​​Los cultores de la copla
andan sembrando rimas,
en lotes de cuatros surcos
de ocho pasos la medida.

Sobresaliendo entre tantos,
es justicia hacer mención.
a José Cantero Verni
hoy el coplero mayor.

Otro allegao a la copla
que anda con el mismo afán,
de rimar es el Ponce
musiquero de Metán.

Por la senda de Gauffin
andada por el baqueano,
baqueano de la memoria
rastreador Mily Ramos.

En Metán es conocida
tilcareña cantorita,
estoy hablando señores
de la poeta Lordecita.

Continuando con lo mesmo
de la selecta lista sigue,
con el coplero a destajo
Aníbal, el macho Aguirre.

La Burguá, le dicen,
es la musa inspiradora,
de los gauchos cantores
que la extrañan y la adoran.

Tras los verdes cerros
pueblito de la Caldera,
estando en el río Wierna
i escuchao buenas copleras.

Desde el fuerte de Cobos
cantor Eduardo Medina,
él nos lanza una historia
como una filosa espina.

En la tierra de Acambuco
estan los copleros mayores,
cantores con mucha fuerza,
les rendimos honores.

Certera flechadora
Marta Juares Tartagal,
fragancia a vino y coca
corazoncito y chaguar.

Fabiola brava Martinez,
Charrúa y decidora,
soltando sus coplas,
extraídas de la memoria.

Pues nobleza obliga
del pueblo de Humahuaca,
es el aporte jujeño
de Isabelita Zelaya.

De allá del sur boliviano
que a la cultura se agrega,
el hacedor de la copla
chapaco, Fanor Ortega.

Toco Zuleta, lenguaraz
escritor y caminante,
en Humahuaca y la Galia
tu perfume dejaste.

Rosita la encandiladora
de Iruya a salío a cantar,
coplas pal tarijeño
lleno lleva el morral.

¡Hay¡ Paicho de mis amores
pueblito escondío,
por tus bellos cantos
mi corazón florecío.

La Mate Paz Garzón,
por demás estudiosa,
con bondad e inteligencia
la mujer es más hermosa.

Enriqueta cueca Ulloa
de la Tarija amorosa,
te ando buscando niña
pa’ regalarle una rosa.

Con Fanor las escribio
a estas coplas compartidas,
yo con mi brillante chispa
él, con su alta sabiduría.

​​​Asocc. Cultores de la Copla

Publicado por Patricia M. Soria

"𝑳𝒂𝒔 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒏𝒐 𝒗𝒂𝒏 𝒏𝒖𝒏𝒄𝒂 𝒎á𝒔 𝒂𝒍𝒍á 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒍𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒇𝒊𝒆𝒓𝒆𝒏" 𝑾𝒊𝒍𝒍𝒊𝒂𝒎 𝑺𝒉𝒂𝒌𝒆𝒔𝒑𝒆𝒂𝒓𝒆

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