Por Lucila Moro

Hoy les escribo de un tema muy sensible por lo que a diario vemos y la justicia la mayoría de las veces además de la lentitud a veces es injusta con los fallos.
Es una pregunta muy profunda que toca temas sensibles y complejos que se están debatiendo intensamente en nuestra sociedad actual.
La percepción de que «los hombres son todos considerados más agresivos y culpables» no surge de la nada, sino de la mayor visibilidad y conciencia que ha ganado la violencia de género, el feminicidio y la desigualdad histórica en el siglo XXI.
Aquí les hice un desglose de los puntos claves para entender este fenómeno:
1. El Fenómeno de la Visibilidad
Mayor Denuncia y Estadística: Gracias a la lucha de los movimientos feministas y a una mayor apertura social, hoy en día se nombra y se denuncia mucho más la violencia, que antes permanecía oculta en la esfera privada.
El término «feminicidio» (el asesinato de una mujer por razón de su género) es un concepto legal y social relativamente reciente que visibiliza que no son simplemente homicidios, sino la manifestación más extrema de la desigualdad histórica de poder (patriarcado).

Los asesinatos de mujeres y la violencia machista han existido siempre. Lo nuevo es que se han puesto en el centro del debate público y se están midiendo con estadísticas alarmantes a nivel global, lo que genera una condena social más fuerte.
2. La Raíz de la Desigualdad
Cuestionamiento del Patriarcado: La agresividad y el feminicidio son vistos no como características innatas de «todos los hombres», sino como consecuencias de un sistema cultural y social (el patriarcado) que históricamente ha otorgado a los hombres una posición de poder y dominio sobre las mujeres.
Motivación del Agresor: Los análisis y estudios sobre feminicidio señalan que los motivos subyacentes suelen ser el odio, desprecio, o un sentido de propiedad y control sobre la mujer, especialmente cuando ella ejerce su autonomía (como querer terminar una relación o vivir independientemente).
3. El Caso de «Adán y Eva»
La idealización de las figuras históricas («Adán y Eva de antes») a menudo ignora las dinámicas de desigualdad y las limitaciones impuestas a las mujeres en esas épocas, donde la mujer no tenía los mismos derechos ni la misma autonomía que ahora.
4. Sobre la Justicia y las Juezas
Inclusión Femenina en la Justicia: El aumento de mujeres en la judicatura y la abogacía es un signo de progreso hacia la igualdad. Sin embargo, la perspectiva que se está promoviendo no es un «odio» al hombre, sino la «perspectiva de género».
Esta perspectiva busca que la justicia reconozca la desigualdad estructural en la que se cometen los delitos, para asegurar que la ley proteja a las víctimas y castigue a los agresores sin los sesgos machistas tradicionales (como culpar a la víctima).

El debate actual no busca señalar a todos los hombres como enemigos, sino señalar y combatir el machismo y la violencia de género, que son ejercidos de forma desproporcionada por hombres debido a una construcción social y cultural histórica.
Es un llamado a la deconstrucción del modelo de masculinidad tradicional que asocia la virilidad con el dominio y la agresividad, para que los hombres puedan ser aliados en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, donde los actos de violencia ya no queden impunes.
Rol del hombre en el siglo XXI
Si un hombre es injustamente acusado de maltrato, es fundamental que tome medidas para proteger sus derechos y su reputación.
Aquí hay algunos pasos que puede seguir:
- Mantener la calma: Es importante mantener la calma y no reaccionar de manera impulsiva. Esto puede ayudar a evitar que la situación se agrave.
- Buscar asesoramiento legal: Un abogado especializado en derecho de familia o penal puede ayudar a entender los cargos y a preparar una defensa efectiva.
- Reunir pruebas: Es importante reunir todas las pruebas posibles que respalden la inocencia del hombre, como: Testigos, Documentos, Registros de llamadas, Mensajes de texto o correo electrónico, Fotografías o videos.
- Presentar una denuncia: Si el hombre cree que la acusación es falsa, puede presentar una denuncia por calumnia o difamación contra la persona que lo acusó. El hombre puede solicitar una investigación para que indague la acusación y se determine la verdad.
- Buscar apoyo: Un hombre injustamente acusado puede sentirse aislado y solo. Es importante buscar apoyo en: amigos y familiares, un terapeuta o consejero, un grupo de apoyo para hombres en situaciones similares.
- Prepararse para la batalla legal: La batalla legal puede ser larga y difícil. Es importante estar preparado para asistir a audiencias y juicios, presentar pruebas y testimonios y sobre todo enfrentar a la persona que lo acusó.
Recordemos que cada caso es único, y es importante buscar asesoramiento legal y apoyo para determinar el mejor curso de acción.
La complejidad de las denuncias falsas y la violencia de género.
La situación que menciono es un tema complejo y delicado. Aunque no hay una respuesta única, podemos explorar algunas posibles razones por las que algunas mujeres pueden hacer denuncias falsas de maltrato:
- Falsas acusaciones: En algunos casos, las mujeres pueden hacer denuncias falsas por venganza, celos o para obtener beneficios en un proceso de divorcio o custodia de hijos.
- Percepción distorsionada: En otros casos, las mujeres pueden percibir situaciones o comportamientos como maltrato debido a una percepción distorsionada o una falta de comunicación efectiva.
- Síndromes psicológicos: Algunos síndromes psicológicos, como el síndrome de alienación parental, pueden llevar a las mujeres a hacer denuncias falsas de maltrato.
- Presión social y cultural: La presión social y cultural para denunciar el maltrato puede llevar a algunas mujeres a hacer denuncias falsas para evitar ser juzgadas o para obtener apoyo.
¿Por qué las mujeres pueden terminar con la razón?
- Sesgo de género: Desafortunadamente, todavía existe un sesgo de género en la sociedad y en el sistema judicial que puede llevar a creer más a las mujeres que a los hombres en casos de maltrato.
- Falta de pruebas: en algunos casos, puede ser difícil probar la inocencia de un hombre acusado de maltrato, lo que puede llevar a que la mujer sea creída.
- Miedo a ser juzgada: las mujeres que hacen denuncias falsas pueden ser juzgadas o criticadas por su comportamiento, lo que puede llevar a que se les crea.
Qué se puede hacer…
Es fundamental investigar de manera objetiva y exhaustiva todas las denuncias de maltrato para asegurarse de que se haga justicia. Proporcionar apoyo a las víctimas de maltrato, independientemente de su género. Promover la educación y la conciencia sobre la violencia de género y las denuncias falsas pueden ayudar a prevenir situaciones injustas.
La situación es compleja y requiere un enfoque cuidadoso y objetivo para asegurarse de que se haga justicia y se proteja a las víctimas de maltrato.

En el siglo 21, los movimientos masculinos están experimentando un cambio significativo, alejándose de los estereotipos tradicionales de masculinidad y abrazando una gama más amplia de expresiones y comportamientos.
Características de las nuevas masculinidades:
- Vulnerabilidad y expresión emocional: Los hombres se sienten más cómodos expresando sus emociones y siendo vulnerables, lo que les permite construir relaciones más profundas y significativas.
- Participación en roles y responsabilidades «femeninos«: Los hombres están asumiendo más responsabilidades en el hogar y en la crianza de los hijos, lo que les permite desarrollar habilidades y fortalezas que antes se consideraban exclusivas de las mujeres.
- Rechazo a la masculinidad tóxica: Los hombres están cuestionando y rechazando los comportamientos y actitudes que promueven la violencia, la agresión y la dominación.
- Diversidad e inclusión: Los movimientos masculinos están abrazando la diversidad y promoviendo la inclusión de hombres de diferentes orígenes, orientaciones sexuales e identidades de género.
- Empatía y comunicación: Los hombres están aprendiendo a ser más empáticos y a comunicarse de manera más efectiva, lo que les permite construir relaciones más saludables y significativas.
Tipos de masculinidades:
- Masculinidad hegemónica: Se caracteriza por la dominación, la fuerza y la agresividad.
- Masculinidad tóxica: Se refiere a los comportamientos y actitudes que promueven la violencia y la dominación.
- Masculinidades alternativas: Se refieren a las formas de ser hombre que se alejan de los estereotipos tradicionales de masculinidad. Se caracterizan por la vulnerabilidad, la empatía y la inclusión.
Es importante destacar que los movimientos masculinos son diversos y complejos, y no hay una sola forma de ser hombre en el siglo 21, como así también el rol de la mujer ha cambiado y ha podido incursionar en actividades y profesiones que eran prohibidas al sexo femenino.

