Sé leal a ti mismo

Por Lucila Moro

Ésta es una noción clave, porque no puedes entrar al deseo de tu alma sin la lealtad a tu ser. Es necesario dejar atrás todos los pretextos que usas para postergar el cumplimiento de tus sueños.

No digas más: “Es que tengo hijos pequeños; tengo padres que me necesitan; tengo un trabajo estable”, y así por el estilo…

La lealtad es la puerta de entrada a la libertad.
Y si vives en libertad, cumpliendo tu verdadero deseo, tus hijos, padres, familiares y amigos estarán felices.
Tu cuerpo estará feliz, porque ya no sufre dolores al estar siempre contraído.
Y tus finanzas empiezan a funcionar.

Las cosas siempre son al revés de lo que has pensado hasta ahora.
No es el sacrificio, sino la lealtad a ti misma o a ti mismo lo que hace felices a los demás, empezando, por supuesto, por ti.

Si te eres leal, cumples los deseos de tu alma y fluyes en pos de tu meta, por más grande que sea.

El primer paso que debes dar en torno a tus metas y los caminos que te llevarán hasta ella son más importante que el tamaño de esa misma meta. En el momento en que empiezas a observar tu gran meta das la orden para cumplirla.

Sin embargo, no olvides dar esa orden en tiempo presente.
-Yo camino en pos de mi meta, o Yo doy el primer paso.

¿Y cuál es ese primer paso?

Cada quien tiene el suyo; por ejemplo, ir al médico, si tienes problemas de salud. Parece algo muy simple, pero es que muchas personas se enmascaran detrás de un sinfín de pretextos, ideas y pensamientos limitantes para no dar ese primer paso.

Debes empezar a darle órdenes a tu Presencia. Yo Soy.
Recuerda que cuando entras en ella y le das la orden, es imposible que no suceda.

No sirve de nada tener pensamientos elevados, ir detrás de una gran meta, serte leal y escuchar la voz de tu alma si después tomas decisiones contrarias a todo eso. No dejes que te dominen los miedos a perder seguridad, a cambiar, a mejorar y al compromiso.

Pon a trabajar a tu Presencia, Yo Soy y cuida de que tus decisiones siempre sean congruentes con tus deseos y pensamientos.

Ten en cuenta que la llave del éxito es hacerlo todo con pasión.

Cuando cumplimos con los deseos de nuestra alma, somos apasionados, porque llevamos a cabo la misión que hemos venido a cumplir aquí en la tierra. Así, toda nuestra vida se convierte en pasión.

Una meta sin pasión nunca será exitosa.

Cuando amas lo que haces, la vida que llevas, tu propio cuerpo y todo lo que tienes, entonces puedes decir que has alcanzado el éxito.

Cuando estás cumpliendo los deseos de tu alma y dejas de vivir en las apariencias, tu vida se vuelve apasionante. Y esa es una vida digna de ser vivida.

Compartiendo mis tiempos con ellos, solo recibo amor, mucho amor, simplemente ¡¡¡amor!!!!

No saben de especulaciones ni mentiras, ni mezquindades, ni envidias…. ¡Para reflexionar!