Por Lucila Moro

Un tema profundo para pensar entre todos… El tiempo pasa, y con él, las palabras se desvanecen.
El silencio crece, con el paso del tiempo, como una sombra que se extiende. Pero en este silencio, hay una belleza que se esconde.
Una oportunidad para escuchar, para reflexionar, para recordar.
El silencio que viene con el tiempo es un recordatorio de que nuestras palabras son efímeras. Pero es también una invitación a reflexionar sobre lo que realmente importa.
Cuando las palabras comienzan a desvanecer, podemos descubrir una verdad más profunda. A medida que pasa el tiempo, me doy cuenta de que hay menos palabras que decir.
Pero en este silencio, encuentro una paz que no había conocido antes.

Es un recordatorio de que a veces, lo mejor que podemos hacer es callar y escuchar.
«El tiempo pasa, y con él, se van las voces que una vez llenaron nuestras vidas.
El silencio que queda es un recordatorio de lo que he perdido. Pero incluso en la tristeza, hay una belleza en el silencio que permanece.
La serenidad a partir de los 70 años es un viaje intrincado, una danza entre la aceptación y la celebración de la vida.
A continuación, exploraremos este tema en profundidad, tejiendo reflexiones y consejos para abrazar esta etapa con plenitud.
La Sinfonía del Silencio:
A medida que avanzamos en la vida, el bullicio del mundo exterior tiende a disminuir, dejando espacio para un silencio interior más profundo. Este silencio no es sinónimo de soledad, sino de una conexión más íntima con uno mismo. Es la oportunidad de escuchar la melodía de nuestra propia existencia, sin las distracciones y apuros del pasado.

El Desapego: Una Liberación
A menudo mal interpretado como indiferencia, es en realidad una forma de liberación. A los 65 años, comenzamos a soltar las expectativas y las cargas que hemos llevado durante años.
El mundo empresarial, que una vez nos definió, se desvanece en el horizonte, permitiéndonos enfocarnos en lo que realmente importa: nuestra propia esencia.
La Sabiduría de la Experiencia: Compartir, no Demostrar
A medida que envejecemos, nuestra contribución al mundo cambia. Ya no se trata de demostrar nuestra valía, sino de compartir la sabiduría que hemos acumulado a lo largo de los años. Nuestras experiencias, tanto las buenas como las malas, se convierten en lecciones valiosas para las generaciones futuras.
El Valor de la Autenticidad: Ser Uno Mismo

A los 70 años, la sociedad puede parecer que nos olvida, pero en realidad, hemos alcanzado un nuevo estado del Ser. Ya no necesitamos máscaras ni títulos; podemos ser simplemente nosotros mismos, auténticos y genuinos.
La Riqueza de la Amistad: Diamantes en el Ocaso
Los amigos verdaderos, aquellos que nos aceptan tal como somos, se convierten en tesoros invaluables en esta etapa de la vida. Sus conversaciones sinceras y su apoyo incondicional iluminan nuestros días y nos recuerdan que no estamos solos.
El Amor Generoso: Libertad y Aceptación
A medida que nuestros hijos y nietos siguen sus propios caminos, aprendemos que el amor no es posesión, sino libertad.
El amor verdadero es generoso y desinteresado, permitiendo que aquellos a quienes amamos florezcan a su manera.

El Último Baile: Aceptar el Ciclo de la Vida
La muerte es una parte natural del ciclo de la vida, y no hay razón para temerle. Es simplemente el último baile, el cierre de un capítulo lleno de experiencias, recuerdos de tantos años vividos.
Lo que perdura, son las huellas que dejamos en los corazones de quienes nos acompañaron en las buenas y no tan buenas
Vivir Intensamente: Abrazar Cada Momento
Mientras tengamos aliento, debemos vivir intensamente, disfrutando de los placeres simples y complejos de la vida. Cultivar nuestras amistades, reír a carcajadas y amar sin reservas son las claves para una vida plena y satisfactoria.
Ser Luz: Dejar un Legado de Amor
Al final, lo que realmente importa no son los logros materiales, sino los vínculos que hemos creado y el amor que hemos compartido. Ser luz en la vida de los demás es el legado más valioso que podemos dejar.
Mis consejos para Cultivar la Serenidad a partir de los 70

- Practicar la gratitud: Cada día, reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido.
- Cultivar la atención plena: Vive el momento presente, saboreando cada experiencia, con familia, nietos, amigos de todas las edades
- Mantener la mente activa: Lee, escribe, aprende algo nuevo cada día. Sean inquietos, curiosos, juega, ríe mucho.
- Conectarse con la naturaleza: Pasando tiempo al aire libre, disfrutando de la belleza del mundo natural.
- Practicar la compasión: Ayudando a los demás, ofreciendo tu tiempo y tus talentos.
- Cuidar la salud: Aliméntate bien, haz ejercicio regularmente y duerme lo suficiente.
- Cultivar las relaciones: Pasa tiempo con tus seres queridos, fortaleciendo los lazos de amor y amistad.
- Aceptar el cambio: La vida está llena de cambios, y la aceptación es clave para la serenidad.
- Encontrar un propósito: Descubre algo que te apasione y dedícale tiempo y energía.
- Practicar el perdón: Perdónate a ti mismo y a los demás por los errores del pasado.
En fin, es un nuevo Viaje Personal y cada uno lo encuentra a su manera. No hay una fórmula mágica, pero al seguir estos consejos y reflexionar sobre las reflexiones anteriores, puedes cultivar la paz interior y abrazar esta etapa de la vida con plenitud y alegría.
La Importancia de la Reflexión y la Aceptación
La vejez, lejos de ser un período de declive, puede ser una etapa de profunda reflexión y crecimiento personal. Es un tiempo para mirar hacia atrás y apreciar el viaje de la vida, para aceptar las cosas que no podemos cambiar y para enfocarnos en lo que realmente importa.
Hay que cultivarla porque es un regalo que nos damos a nosotros mismos. Es la capacidad de encontrar la paz interior en medio de la incertidumbre, de apreciar la belleza de cada momento y de vivir con gratitud y alegría.
Al final, lo que dejamos atrás no son las posesiones materiales, sino el amor y la sabiduría que hemos compartido.
Al cultivar serenidad, nos convertimos en un faro de luz para los demás, inspirándolos a vivir con plenitud y a encontrar su propia paz interior. También es el camino hacia trascendencia
La serenidad no es simplemente un estado de ánimo, sino un camino hacia la trascendencia.

Es la capacidad de conectarnos con algo más grande que nosotros mismos, de encontrar significado y propósito en la vida y de dejar un legado de amor y sabiduría.
La Serenidad: Un Tesoro Invaluable
En un mundo lleno de apuros, ruidos y distracciones, la serenidad es un tesoro invaluable. Es la clave para una vida plena y satisfactoria, una vida en la que podemos abrazar cada momento con gratitud y alegría.
Recordemos que la serenidad es un viaje personal, y cada uno la encuentra a su manera.


Ahora es tiempo de caminar en la SERENIDAD hasta siempre!!
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Excelentes reflexiones Gracias por compartir 😊 🙂 😉 👍 🤗 🙏
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