Por Lucila Moro

Hace poco mientras estaba con mis nietas en los juegos de una plaza; me llamo mucho la atención, la forma de jugar de 4 niñas que estaban ahí; las niñas tenían entre ocho y diez años aproximadamente. Mientras mis nietas jugaban en los juegos; las niñas estaban en una mesita de madera, manteniendo una conversación, cabe mencionar que todas ellas tenían sus celulares y sus charlas eran sobre: series de Netflix, Facebook, Instagram….
Eso me hizo cuestionar lo que es ser niño en la actualidad.
No pude evitar recordar cómo fue mi niñez; jugando con muñecas, yendo al parque; y al tener 2 hermanos también jugaba muchos juegos de niños pues era más fácil que yo jugara con ellos a la payanca, con el trompo, con un yoyo, con autitos; que ellos conmigo a las muñecas; sinceramente yo me divertía mucho.


En estos tiempos; cada vez es menos frecuente ver a los niños jugando al aire libre, y más común verlos con un teléfono, Tablet o jugando algún vídeojuego; y no digo que esto sea malo; la tecnología ha traído grandes beneficios, y nuestros nietos pueden gozar ampliamente de un mundo de posibilidades que nosotros no.
Tampoco algunos se toman el tiempo de disfrutar de la naturaleza y sus encantos. No puedo dejar de pensar; que esto también los priva de conocer actividades de las que nosotros pudimos disfrutar.

¿Tienen más ventajas los niños actualmente?
Están a tan solo un clic de aprender lo que ellos deseen. ¿Pero siempre se realizan los deseos nuestros? Claro que con los juegos, en los que deben memorizar imágenes o palabras se estimula el hipocampo pero sin oxigenación del mismo ¡se muere más rápido!
¿Pueden hacer vídeo llamadas, es lindo… ¿Pero no sería mejor abrazar a sus padres, o abuelos?

¡Ellos cuentan con diferentes medios para comunicarse, pero al final no se entienden!
Tienen más posibilidades, de que se les puedan comprar de manera más sencilla lo que ellos necesitan; potenciando su comportamiento compulsivo de dependencia; y los dos padres que trabajan no tienen la culpa siempre. Algunos padres se preocupan por brindarles una buena calidad de vida a sus hijos.
Los papás se involucran más en el cuidado de los hijos, por lo que ha dejado de ser una tarea propia de las mamás; de esta forma, ahora los hijos disfrutan tambien de la presencia de sus papás. Poco a poco se provoca un deslizamiento maternal hasta paternal.
¿Hay desventajas en los niños actuales?
Por supuesto, existen diversos estudios; que señalan que el uso desmedido de dispositivos, retrasa iniciar con la lectura y provoca falta de concentración, así no me siento como única despierta escribiendo este articulo y preocupándome por las futuras generaciones «artificiales».
El estar expuesto a tanta información, hace que el cerebro se estrese, lo que puede ocasionar insomnio. El uso descontrolado de teléfonos, tables, computadora, ebox… les crea dependencia, aislamiento, los aleja de la curiosidad, les puede ocasionar hiperactividad, y van perdiendo los buenos hábitos, puede causarles también: ansiedad, estrés, depresión…
En otros términos veo mi pasado menos peligroso que su futuro. Los juegos en línea, los puede hacer ver a la violencia como algo normal.

Al trabajar los dos padres, los hijos se quedan al cuidado de los abuelos o de terceros; por lo que no se puede garantizar una buena educación y buenos cuidados.
¿A quien corresponde hacerlo?
Muchos niños actuales son materialistas y al final no poseen nada porque siempre ¡quieren más y más! Los niños de hoy en día son menos empáticos, y carecen de muchas habilidades sociales.

La alimentación de los niños puede llegar a ser menos saludable; al no estar los padres tan al pendientes de ellos.
Con las redes sociales, están más expuestos a contenidos inapropiados para niños, y en peligro. La responsabilidad, pieza clave para los niños de ahora.No quiero que piensen que considero la tecnología como un enemigo o algo nocivo; para nada, sin duda somos afortunados por vivir en esta época.
Hoy en día tenemos a nuestro alcance documentales, vídeos, libros, blogs, licenciaturas en línea… prácticamente todo lo que deseemos aprender; gracias a ello, la educación en el hogar también es más fácil de llevarla a cabo, de lo que pudo haber sido antes.
Lo que quiero decir; es que tal vez ser niño en la actualidad, es más difícil de lo que pudo haber sido en nuestros tiempos: nosotros jugábamos más; y no teníamos un ritmo tan frenético de vida.
Sin embargo, no quiero decir que esto no pueda mejorar; claro que es posible, nuestros niños pueden tener una infancia positiva, todo está en nosotros.

Debemos ser responsables y conscientes, de lo que hacen y ven en Internet; el número de horas, que pasan frente a los dispositivos tecnológicos.
Debemos establecer límites sanos y desde el amor.Vivir más conscientemente y sanamente. ¡La conexión entre padres e hijos, hoy más que nunca es fundamental y hace falta recuperarla!
Promovamos más el juego en los niños; pero no el juego en algún dispositivo tecnológico, sino: correr, saltar, jugar con muñecas y autitos, tocar instrumentos, cantar, bailar, patinar, practicar deportes y cualquier actividad al aire libre y que no sea delante de una pantalla.

Hagamos de estos tiempos, el tiempo ideal para nuestros niños; porque puede llegar a serlo; hagamos de la tecnología nuestra mejor aliada para educar y formar a nuestros hijos y nietos; no perdamos de vista el estar con nuestros hijos, generar lazos con ellos; y disfrutar de la niñez de nuestros nietos, que esta etapa sea hermosa y algo que recuerden con amor.
Quizás hace falta re- aprender a AMAR.
La responsabilidad, pieza clave para los niños de ahora necesita gente auto responsables; adultos auto responsables.
¿Dónde encontrarlos? ¿En los asilos donde mueren los abuelos? Quizás es muy necesario reconectarnos con ellos y no seguir abandonandolos como sucede en muchos casos.
Así como ser padre y madre en la actualidad puede llegar a ser complicado, ser niño también puede llegar a serlo; hagamos que esta complejidad sea efímera, y estemos presentes en cada momento de nuestros hijos, pero presentes desde el SER, no de ESTAR
Pretendo para nuestros hijos y nietos lo mejor, sin embargo, lo mejor no siempre es lo que hacemos la mayoría de padres. En este espacio intento compartir algunas y experiencias que nos ayuden a repensar esta realidad tan distinta a la que vivimos nosotros.
Agregando que cuando fuimos padres hemos ido aprendiendo y evolucionando con errores y aciertos junto a ellos.
Hasta la semana próxima que continuaré con los adolescentes…
Gracias por leerme

