Por Lucila Moro
El título es bastante sugerente y nos moviliza a pensar…, ya que debemos cuidar dos cosas:
Nuestra frecuencia vibracional y las palabras que expresamos.
Todos sabemos que el mayor poder está en nuestra mente, y que todo lo que pensamos se manifiesta a través de las energías que irradiamos.
Como en un partido de tenis, respeta al oponente como si fueras tu solo que juega con la pelota o palabra a la vez y según las reglas.
Lo que irradiamos es lo que crearemos, porque con esas energías se harán realidad los deseos que pensamos y soñamos.
Por eso digo que debemos cuidar nuestras vibraciones primas antes de que salgan de nuestra boca y sean mal interpretadas.
Un excelente servicio en el tenis provocará una buena y posible respuesta de tu oponente de juego.
Recordemos que no solo hay que pedir con la mente, sino también expresar la petición o deseo en tiempo presente y con mucha convicción.
De no ser así, nuestros pedidos no están siendo atraídos a través de la radiación de la abundancia. Si no controlamos la frecuencia vibracional, por más que pidamos no tendremos resultados favorables.
Todo está en nuestras manos, hasta tus propias vibraciones y palabras, no copiemos de otras personas, no servirá de nada. Si las energías están vibrando en una frecuencia de carencia o baja, seguiremos atrayendo justo eso una y otra vez. Podemos darnos cuenta por qué repetimos el mismo patrón.
Otro gran aprendizaje transformador consiste en cuidar nuestras palabras, porque el hablar en tiempo presente nos permite activar el mayor poder que tenemos. Quienes hablamos somos nosotros. «Yo Soy»
Es por eso que no debemos quejarnos en tiempo presente, ya que de esa forma manifestamos el mismo bloqueo, repetidamente.
Tampoco debemos hablar de nuestros sueños, metas y deseos en tiempo futuro. Pues de esta forma no sucederán.
Otro aprendizaje transformador es el evitar juzgar y criticar al otro, porque todo juicio y crítica regresa a al emisor y traspasa el propio cuerpo.
Esas palabras maliciosas, terribles, inventadas y dirigidas hacia otras personas, te destruyen con la misma intensidad con la que las has enviado.
Lo conveniente es mantenernos en silencio.
¿Cuándo criticamos a los demás, que sucede? Activamos nuestra presencia Yo Soy, el único poder de todo el Universo. Y esa posibilidad es: «Esta persona es mala».
Esta observación que hemos hecho en el campo energético regresa a nosotros multiplicada, con la misma intensidad con la que la hemos enviado.
¿Cuántas veces lo mismo que criticamos se nos manifiesta?
Otro de los grandes aprendizajes transformadores es el respetar el libre albedrío de las personas, evitando el control, la manipulación y difamación.
Estamos creando la causa-efecto, y eso irremediablemente volverá a nuestras vidas perjudicándonos sin lugar a dudas. Es muy importante respetar a los demás, así estén equivocados. Debemos rescatar los valores nuevamente y salir del papel de víctimas.
Somos únicos responsable y creadores de todo lo que viene a nuestras vidas. Venimos con un plan que debemos cumplir, y como parte de él, no hemos elegido a nuestros padres, hermanos y demás familiares.
Entrar en el papel de víctima trae depresiones, enfados, resentimientos, odios, venganzas y un fuerte sentimiento de estar atrapados.
Quienes creen ser víctimas, siguen en manos de aquellos a los que han creído le hacen daño. Cuando asumimos que somos únicos, sabremos que deberemos hacernos cargo y corregir la situación. Los demás simplemente están cumpliendo un papel dentro de la realidad que hemos creado.
Tienes un gran poder creador que proviene de tu mente, con ese poder puedes corregir todas aquellas emociones negativas que te estancan y crean una nueva realidad llena de abundancia.
¿¿¿¿Para pensar no????
Las Tertulias de Juana Manuela 