¿Hay una fórmula para ser felices?

Por Lucila Moro

La fórmula, es que no hay fórmula, no existe una receta secreta, no hay un método efectivo específico que va a funcionar de la misma manera para todos.

Somos distintos, nos comportamos y pensamos diferente. Cada uno tiene su método, lo va aplicando dependiendo de experiencias, de acciones y de actitudes.
La única “fórmula” es tener la inquietud, la curiosidad y la iniciativa de estar buscando, de querer hacer algo, es darse cuenta de que estás incómodo y deseoso de mucho más.

Después, es actuar. No basta con desearlo, hay que hacer lo posible por alcanzarlo. Despierta tu curiosidad y, entonces, descubre, practica la teoría de ensayo y error, el método que te funciona a ti, tu propia fórmula.

El fracaso es la forma de empezar de nuevo, pero de manera más inteligente. Porque el único lugar donde encontrarás el éxito antes del trabajo es en el diccionario.

Recuerda que no hay errores, sólo lecciones.

Los sentimientos son efímeros, nadie está feliz o triste eternamente. Cada momento en la vida nos provoca un estado emocional momentáneo. Disfruta los buenos momentos y enfrenta los malos con actitud positiva y determinante. La clave está en aguantar y jamás rendirse.

Puede ponerse todo difícil la tormenta puede oscurecer el cielo y destrozar el paisaje, pero siempre, absolutamente siempre, tras una tormenta, sale el sol.

Encuentra el equilibrio y no te vayas por el camino fácil. Rendirse no es una opción. Ningún capitán se hizo experto en un mar en calma.

No escondas lo que sientes. El sufrimiento que sentimos no debemos esconderlo mucho menos avergonzarnos.

Pide ayuda si la necesitas, muestra tu sensibilidad, los sentimientos nos hacen humanos, no los escondas, no eres una figura de metal, tu esencia define quién eres, si tratas de esconderlo jamás estarás en paz.

Llora cuando algo te haga extremadamente feliz y necesites expresarlo, o cuando estés triste, dolido, ríe escandalosamente sin vergüenza, atrévete a vivir tu vida sin miedo y sin preocupación por lo que piensen los demás.

Quienes no saben llorar con todo el corazón, tampoco saben reír.

“La pasión es un sentimiento que te dice: esto es lo que hay que hacer. Nada puede interponerse en mi camino. No importa lo que digan los demás. Este sentimiento es tan bueno que no puede ser ignorado. Voy a seguir mi felicidad y a actuar sobre esta gloriosa sensación de alegría.”

Wayne Dyer

    Actuar con convicción y, sobre todo, con pasión te indica que vas por el camino correcto, no necesariamente porque estés llegando a la meta, a tus logros, sino porque lo estás haciendo con integridad y fiel a tus valores.

    Nunca antepongas tu codicia a tus valores, porque lo primero siempre conlleva la corrupción y la pérdida de la esencia del ser humano; los valores no se compran ni se venden, no se nace con ellos, nadie te los presta.

    Los valores son los que te forjan como ser humano, son los que definen el tipo de persona que vas a ser. Y si eres fiel a ellos, poseas lo que poseas y llegues hasta donde llegues, serás feliz, porque te sentirás pleno, porque cuando eres fiel a ti mismo en lo que haces, cosas fascinantes ocurren.

    No todo vale, no es a cualquier precio, porque, a veces, conseguir lo que uno se propone puede destruirte como persona. Pregúntate si tu felicidad puede basarse en la infelicidad de otro.

    La felicidad es sin duda la búsqueda principal de cada uno de nosotros. Pero ¿qué es la felicidad? ¿Qué sucede dentro de nosotros cuando somos felices?

    En realidad, si la felicidad se resumiera en una sola cosa, sería esta: ¡Serotonina! Es simplemente la hormona de la felicidad. Es ella quien regula nuestro estado de ánimo, la que nos proporciona bienestar y la que crea en nosotros un sentimiento de satisfacción y plenitud, que se llama felicidad.

    Alguien que valora un privilegio por encima de sus principios, irremediablemente terminará perdiendo los dos. La consecuencia de tus actos, son la evidencia de tus valores.

    Vivimos casi ocho mil millones de personas en este mundo, cada ser humano vive su realidad.

    Vivimos saturados de contenido, ya sea consumiéndolo o incluso creándolo. Se presenta una constante generación de expectativas y eso nos causa ansiedad.
    Sobreabundan los llamados “influencers” pero, ¿quién de ellos verdaderamente tiene una influencia positiva y real?

    Cuida a lo que le estás dando tu tiempo, a lo que le estás dando realidad. Sal de esa eterna ansiedad de un cuerpo desconectado. Envueltos en ese mundo apurado, en una vida poco valorada…

    Nada es imposible…Debemos soñar, creer, que todo sucederá en el justo momento…

    Publicado por vickylm57

    Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

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