Por Lucila Moro
El tiempo que uno demora en comprender que el camino correcto era justamente hacia el otro lado, es tan corto cómo casi una vida, y es también el tiempo en que nos demoramos en comprender el porqué de las bondades de lo escarpado, retorcido y difícil que ese camino debe ser.
Analizando mi camino de vida, encuentro momentos en que solo teníamos para andar en el colectivo, otras que hasta para remis nos alcanzó; a veces tuvimos sólo 50 pesos para la comida y también tuvimos de sobra para salir a comer.
Tuvimos una heladera llena de comida y también la hemos tenido vacía. Estuvimos en el super pagando sin preocupaciones y también hemos tenido que poner las cosas de nuevo en la góndola. Hemos pagado nuestras cuentas en su totalidad y tuvimos que pagarlas vencidas también. Hemos dado dinero y también tuvimos que pedirlo.
Todos tenemos altos y bajos en la vida, algunos sin duda más que otros. Pero todos, de alguna manera, estamos tratando de salir adelante.
Nadie es mejor que nadie, y nosotros compadecemos a los que piensan que lo son. No importa lo grande que sea tu casa, lo nuevo que es tu auto, o cuánto dinero tengas en tu cuenta bancaria. Todos sangramos rojo y todos morimos algún día. La muerte no tiene discriminación, tampoco debe tenerla tu vida.
Las personas que fingen que te quieren tanto, te van a dejar a pata en todas las tormentas y los que no, estarán contigo siempre…
Sé amable con los demás.
Todos estamos aquí para servir. Tu ego aumentado no te lleva a ninguna parte.
Y sabe que no todo el mundo tiene el mismo corazón que tú…
El esfuerzo, las dificultades, la superación y los logros son más fáciles de encontrarlos por ahí, por ese camino lleno de escollos, ya que determinar qué es el éxito en la vida, requiere de transitar por el camino de la vida, sin miedos y con pasión, convencidos que siempre habrá un otro que formará parte de ese éxito.
Hasta el próximo artículo!!
Las Tertulias de Juana Manuela 