Instantes…

Por Lucila Moro

Uno anda por la vida buscando… hurgando y mirando, tratando de encontrar sin saber muy bien, que o a quién… y entonces por recurrencia uno va aprendiendo que lo que busca es ese pedazo de Luz, de Felicidad que creemos merecer, por justicia y equidad nos corresponde.

Algunos hallamos varias veces diferentes motivos que nos conmueven, que nos sacan de eje y nos destartala placenteramente, otros pobres ni eso; y hay quienes que creen haberla encontrado una vez y para siempre (dichosos ellos), son personas más literales, estructuradas y conformistas, con un concepto de felicidad diferente.

Hay miles de argumentos sobre la idea de felicidad porque es muy personal, cada quien tiene su propio concepto, pues somos seres únicos. Mi teoría a modo de síntesis es: sos vos hoy mi felicidad, que me acaricia, me abraza, me comprende, me conmueve, me acompaña en este camino de la vida y la vida por vivir.

Oda al día feliz de Pablo Neruda

Esta vez dejadme
ser feliz,
nada ha pasado a nadie,
no estoy en parte alguna,
sucede solamente
que soy feliz
por los cuatro costados
del corazón, andando,
durmiendo o escribiendo.
Qué voy a hacerle, soy
feliz.
Soy más innumerable
que el pasto
en las praderas,
siento la piel como un árbol rugoso
y el agua abajo,
los pájaros arriba,
el mar como un anillo
en mi cintura,
hecha de pan y piedra la tierra
el aire canta como una guitarra.
Tú a mi lado en la arena
eres arena,
tú cantas y eres canto,
el mundo
es hoy mi alma,
canto y arena,
el mundo
es hoy tu boca,
dejadme
en tu boca y en la arena
ser feliz,
ser feliz porque si, porque respiro
y porque tú respiras,
ser feliz porque toco
tu rodilla
y es como si tocara
la piel azul del cielo
y su frescura.
Hoy dejadme
a mí solo
ser feliz,
con todos o sin todos,
ser feliz
con el pasto
y la arena,
ser feliz
con el aire y la tierra,
ser feliz,
contigo, con tu boca,
ser feliz.