¿Qué sentido tiene la vida?

Por Lucila Moro

Así fue el día más triste de este viaje de la vida.

Estaba no se bien en dónde, pero sabía que era un lugar poco estratégico como para hacer algún tipo de movimiento. Llovía fuertísimo.

Me dolía la espalda. La cabeza. Desde hacía días.

Estaba cansada. Me había cansado de moverme, de armar y desarmar las estrategias, de la incertidumbre diaria, de la ausencia de ciertas comodidades básicas, de no tener un espacio adecuado, del constante asistir, contener, de fluir, de adaptarme. Estaba cansada de intercambiar con gente con capacidades disminuidas, adultos y niños carenciados y cada día se suman más que   comen comida de limosnas de no saber.

No lo podía entender pero esa tarde entendí que estaba cansada de todo lo que me encantaba. Me encontré con el lado B del viaje y  supe que era momento de frenar.

A veces pareciera que uno se pone la mochila del otro y es todo color de rosas. No voy a negar que en la forma en que elegí vivir abundan experiencias hermosísimas. Pero hay una gran  parte que está algo invisibilizada, de la que no se habla mucho y es este lado B.

Hay una resignación y un costo grande cuando una elige ponerse la mochi. Se que esto les resuena muchísimo a quienes están en un movimiento similar. A los que soltaron las formas, lo programado  y salieron al mundo para ayudar al prójimo y darle rienda suelta a esa curiosidad que tenemos adentro.

Salir a ver que hay más allá, supone una gran perdida y un aprendizaje constante. Es hermosísimo habitar la incertidumbre y la libertad, pero algunos sabemos que puede ser igualmente insoportable y aterrador. Ese día lo sentí así.

Esa tarde me llore todo. Lloré mi incertidumbre, mi soledad, llore mi decisión, llore la impotencia, llore mi altruismo, llore a mis abuelos. Lloré tanto como llovió. Y hubo muchas más de esas tardes. Al principio me generaba cierta culpa sentirme así, hasta que entendí que el ayudar, no se trataba de un viaje, era mi vida, es mi vida en viaje. La que elegí vivir.

Con todo 💛 y al final, en viaje o no viaje, en lo que uno elija vivir, el acto de amor mas lindo que podemos tener por nosotros mismos en estos momentos, es contar con nosotros. Mas que nunca. Y sumar voluntades pues hay una vida por vivir.

Publicado por vickylm57

Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

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