Por Lucila Moro
Un proverbio japonés dice que «comienzas a envejecer cuando terminas de aprender.»
Pero lo que la mayoría de nosotros no sabemos es que cuando nuestra memoria comienza a fallar, nuestra capacidad para aprender nuevas habilidades también disminuye. De hecho, el aprendizaje requiere la creación de nuevas conexiones entre las neuronas. Y a medida que envejecemos, se vuelve más y más difícil. La razón es simple.
Cada célula de su cuerpo usa energía. Pero las que están en tu cerebro usan mucho más que otras células. De hecho, aunque nuestro cerebro es solo el 2% del peso corporal, ¡utiliza aproximadamente el 20% de su energía! Y nada en tu cerebro requiere más energía que hacer nuevas conexiones y aprender nuevas habilidades.
A medida que envejece, es aún más importante proporcionar un buen «alimento para el cerebro«, que necesita el combustible adecuado para respaldar su capacidad de aprendizaje.
El combustible energético del cerebro: La citicolina, es uno de los principales combustibles de su cerebro para producir energía. Es una molécula natural que se encuentra en pequeñas cantidades en algunos alimentos ricos en grasas, como el hígado, los huevos enteros y el salmón.
Y nada en tu cerebro requiere más energía que hacer nuevas conexiones y aprender nuevas habilidades.
Su aporte en el cerebro tiende a disminuir con la edad, lo que acarrearía problemas de memoria o incluso otras consecuencias mucho más terribles relacionadas con el envejecimiento.
Por supuesto, sería ideal obtener suficiente citicolina a través de la dieta. Sin embargo, esto está lejos de ser fácil. Por ejemplo, necesitaría consumir hígado de vaca todos los días para garantizar el correcto funcionamiento de sus funciones cognitivas.
Es por esto que puede ser necesario usar un suplemento de citicolina diariamente, especialmente después de los 50 años. Es como si tu cerebro volviera a funcionar a toda velocidad tal como un ¡cerebro infantil!
Las Tertulias de Juana Manuela 