En el país de los niños locos

Por Lucila Moro

A veces, el niño se siente culpable porque la máscara le da ganas de vomitar, lo que a veces lo lleva a la espasmofilia. Intentamos poner al niño en una caja pequeña, ¡lo que solo puede volverlo loco!

Lo que da miedo es que la sociedad cumple todos los requisitos de la familia tóxica: nos aislamos, nos obsesionamos con la circulación viral hablando siempre de lo mismo, adjudicamos puntos buenos y malos, sin entender que lo primero que necesita un niño es moverse, intercambiar, reír, comprender, escuchar, tocar y ver.

¿Qué pensar de estos maestros, que llegan a pegar la máscara en la cara de los niños o dibujar círculos con tiza en el patio de la escuela para que nadie se toque?

Hemos renunciado a nuestros valores más fuertes, como es la libertad, para someternos y obedecer a una autoridad superior que sólo nos ofrece poder consumir en la más ilusoria seguridad.

Para reflexionar y debatir, pensando en todos los problemas colaterales que conllevan estas situaciones de vivir en pandemia…y ahora lamentablemente una guerra que será difícil hacer entender a nuestros niños…

Les dejo esta poesía a manera de reflexión...

La tierra esta llorando desde hace mucho
la destruye muchos niños locos
niño loco y confinado
con sus daños psicológicos
trastornados de ansiedad
drogadictos y gordos sin sueños.
¿Porqué tanta disciplinada maldad?
Ninguna inteligente medida sanitaria tenemos…
Humanos no son esos ¡niños locos!
Ellos son y reflejan la total negación.
Son los nuevos jóvenes perdidos,
y obvio que no tienen culpa de ninguna conexión.
Son los mismos que soportan nuestras angustias
quizas tambien son los últimos.
Ellos sí se quedan con mamás y papás.
Y a no manejar sus miedos.
Pero no seran los últimos con mala salud
serán ellos que sufriran con todo.
Esos mismos niños sin infancia en el ataúd.
Mas fríos y frente a sus pantallas como congelados.
Niños locos sin conducta pero con Lamborghini,
pero con un lujoso departamento
¿Quien es culpable? ¿Quien es el loco?
Solo se pueden volver locos.
Ninguna culpa tienen ellos ¿o si?
Nosotros estamos poniendo en su mente
profundamente esos pensamientos obsesivos,
y eso de manera casi constante
¿Quién educa a quien y para qué?
¿Qué condición tan rara como la humana?
¿Quién los acompaña y a dónde?
¿Qué no les metemos en la cabeza?
Somos mucho mas tóxicos…
Esos niños locos no tienen precio
¿Qué pensaran nuestros viejos maestros?
¿Porqué o a qué hemos renunciado?
¿Donde quedan nuestros valores de antaño?
¡¡Pobres niños locos!!

¿Y donde quedé yo?

Publicado por vickylm57

Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

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