CONOCERNOS, ESCUCHARNOS Y RECONOCERNOS…

Por Lucila Moro

Inaugurando la sección de Bienestar y Salud, y sumándome al equipo de Las Tertulias, me pareció interesante iniciar el diálogo desde el sentido del Bien Estar, como una sumatoria a la posibilidad de comunicarme con los conocidos y desconocidos, y poder compartir mi necesidad de que se difunda que el principal inconveniente de la raza humana es la imposibilidad de CONOCERNOS, ESCUCHARNOS Y RECONOCERNOS comos seres humanos finitos.


Defiendo esta idea desde hace 45 años, pues creía me abriría puertas a una nueva manera de cuidar nuestro cuerpo a partir del propio conocimiento, teniendo real conciencia que solo tenemos uno y debemos cuidarlo.

Sin duda que envejecemos como vivimos.


Estoy convencida que una herramienta para favorecer la comunicación asertiva es esta…. el participar de estos espacios que surgen y se proponen mejorar a esta humanidad tan distorsionada y alejada de su propio ser….

Espero que esta sección nos permita compartir sus tiempos y sus conocimientos para enriquecernos unos a otros, desde el respeto y el amor, ya que como «seres humanos» debemos muchas veces adaptarnos y re acomodarnos al medio en estos difíciles tiempos que ni imaginábamos pasar.

Reflexionando en tiempos de pandemia…

Esta no es una fórmula para vivir feliz; pero sí lo es para tener fuerzas y examinar el contenido de la vida, cuyas apariencias nos marean y engañan.

No miren ni escuchen lo que hacen los demás.
Sean ustedes mismos por sobre todas las cosas, el bien y el mal, el placer y el dolor, sobre la vida y la muerte.

¡¡SEAN nada más!!


Y serán fuertes como un roble entonces. Fuertes a pesar de todo y todos.
Interróguense siempre lo siguiente: “¿Soy sincero conmigo mismo?” Y si el corazón le dice que sí, y deben tirarse a un pozo, tírense con confianza, seguro que siendos sinceros no ocurrirá nada grave.


Me dirán ustedes: “¿Y si los otros no comprenden que soy sincero?” ¡Qué le importa a usted de los otros! La vida y la tierra tienen tantos caminos con alturas distintas, que nadie puede ver a más distancia de la que dan sus propios ojos.
¿Y si me equivoco? No tiene importancia. Uno se equivoca cuando hace. Ni un minuto antes ni un minuto después.

¿Por qué? Porque así lo ha dispuesto la vida, que es esa fuerza misteriosa. Si se han equivocado sinceramente, lo perdonarán, o no… Interesa poco. Ustedes sigan su camino.

Amigos, con sinceridad y con su verdad en la mano y van a triunfar. No hay nadie, absolutamente nadie, que pueda hacerlos caer. Y hasta los que hoy les tiran piedras, se acercarán mañana para sonreírle.

Créanlo, amigos.

Un hombre sincero y de bien es tan fuerte que sólo él puede reírse y apiadarse de toda la mediocridad del resto.

Nos encontramos en el próximo artículo!!

Publicado por vickylm57

Soy docente prof.de Educacion Fisica. Prof de Educación Especial. Prof Emerita de Danzas Cid Unesco Francia Escritora y autora de varios libros. Investigadora en Envejecimiento y cuidados del cuerpo, dictando conferencias, seminarios y clases magistrales dentro y fuera del País.

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