
Este 30 de setiembre, murió una parte importante de la cultura argentina. El tipo que reinventó el humor gráfico y que sintetizó las ideas de una generación. El que educó políticamente desde sus viñetas a capas enormes del país. El que, preocupado porque su trazo no desviara su camino, calcaba sus propios dibujos para mantener a su «Mafalda» idéntica a sí misma. El fué «Quino», Joaquín Salvador Lavado Tejón, su verdadero nombre, se convirtió en uno de las personalidades más notables de la historieta. Su gran creación, Mafalda, es reconocida y amada en el mundo entero.

Quino nació en 1932, en la ciudad de Mendoza. Al finalizar la escuela primaria se inscribió en la Escuela de Bellas Artes de su provincia, pero luego la abandonó para dedicarse exclusivamente a dibujar historietas. Su primera página de humor gráfico la publicó la revista Esto Es y en 1963 lanzó su primer libro, Mundo Quino, una recopilación de historietas humorísticas mudas.
Con su humor ácido satirizó el mundo moderno, la burocracia, la política, el poder, las desigualdades sociales, y creó decenas de personajes que son parte de la memoria colectiva de las y los argentinos.
Homenajes de algunos artistas




Adiós a un gran artista

