Por Emilia Baigorria

Conocí a Ángela Pradelli en La Habana en el año 2013, en fructíferas jornadas cubanas del Congreso Internacional de Lectura IBBY . Cuando llegó su turno comenzó a desgranar una a una las palabras de un relato e inmediatamente los y las asistentes iniciamos un tránsito por los senderos de un universo que conducen a una particular visión del mundo: la mirada orientada a descifrar los misterios aprisionados en cada mundo particular y en cómo se realiza la lectura de cada mundo. “Desde hace muchos años la lectura es para mí, también, un tema de reflexión” dijo Ángela en esa ocasión replicando las primeras palabras de su libro El sentido de la lectura publicado en Febrero de ese mismo año.


Escuchar y leer a Ángela, más allá del privilegio de hacerlo es la ocasión de adentrarse a un territorio poblado por tramos hechos de memoria.
Otras vivencias fueron apareciendo en esta incansable lectora y caminante del mundo; así siguieron El sol detrás del limonero, publicado en 2016, La respiración violenta del mundo en 2018.
Esta viajera de la palabra especializó su Profesorado en Letras en Gramática Española volcando el caudal de conocimiento durante más de treinta años en las escuelas del nivel secundario de la zona sur de Buenos Aires ciudad donde nació en 1959.

Ángela Pradelli recibió innumerables premios, algunos de ellos son EMECE, Clarín, Municipal de Novela y Ensayo, Mejor Libro de Educación 2010/2011.
Asimismo ha dictado cursos, conferencias y talleres en Suiza, China, Estados Unidos recorriendo el resto del mundo a través de las traducciones de sus obras a numerosos idiomas.
Entre sus libros además de los citados están Las cosas ocultas, Amigas mías, El lugar del padre, Un día entero y otros.
Una mención especial es el trabajo de la autora en la creación del Libro colectivo ¿Por qué llora esa mujer? Del cual ya vio la luz la primera edición. Como tristemente las agresiones y la violencia hacia las mujeres no cesan, las historias continúan una tras otra.

El compromiso de Ángela Pradelli con el universo de la mujer es inagotable y marcado a fuego, por esa condición considero que en el mes de la Mujer, su nombre debe estar resaltado desde la emoción, el agradecimiento y el reconocimiento a su espíritu de lucha como ciudadana habitante de una época que necesita de su firmeza.
