Por Silvana Irigoyen

En el Acta de Independencia elaborada por los congresales el 9 de julio de 1816 en Tucumán se puede leer la siguiente declaración:
«Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos (…): declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una Nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli(…)”
Proclama de Independencia, Tucumán 1816.
En aquel tramo de la historia de nuestro país, había una firme convicción que unía a todos: querían ser Nación. Una Nación libre de toda injerencia extranjera; que diera paso al ejercicio pleno de la soberanía política, económica, cultural y territorial. Esta idea independentista tenía una visión americanista.
El arte de Bartolomé Hidalgo estaba comprometido con las ideas independentistas; y en su poética subyace la visión de una Patria libre de toda dominación extranjera, soberana, capaz de desterrar toda tiranía y despotismo. Una Patria gaucha que albergue a todos por igual, en dignidad y derechos.
El poeta, Bartolomé José Hidalgo nació en Montevideo, Uruguay el 24 de agosto de 1788 y murió en Morón, provincia de Buenos Aires el 28 de noviembre de 1822.
Considerado el primer poeta del Río de la Plata por ser el creador de la poesía gauchesca en forma literaria. En su curioso recorrido laboral además de los puestos vinculados a lo contable fue corrector en la Cada de la Comedia donde también estrenó su unipersonal Sentimiento de un patriota y se lo conocía como un poeta militante que impulsaba la pertenencia y la lucha gaucha contra los españoles.
Con el correr del tiempo escribió sus Cielitos y sus tres Diálogos Patrióticos. Pasó de la vida en Montevideo con diversas actividades culturales, a la vida triste y dura del poeta criollo y de los solitarios gauchos de Buenos Aires. Su estancia en Buenos Aires es la que da lugar a sus Cielitos y Diálogos Patrióticos, que componen lo más importante de su obra.
El mundo gauchesto se ve reflejado en las letras de Hidalgo como pre-anuncio de la voz de Martín Fierro de José Hernández.

Cielito de la Independencia
Si de todo lo creado
es el cielo lo mejor,
el cielo ha de ser el baile
de los Pueblos de la Unión:
Cielo, cielito y más cielo,
cielito siempre cantad
que la alegría es del cielo,
del cielo es la libertad.
Hoy una nueva Nación
en el mundo se presenta,
pues las Provincias Unidas
proclaman su independencia.
Cielito, cielo festivo,
cielo de la libertad,
jurando la independencia
no somos esclavos ya.
Los del Río de la Plata
cantan con aclamación,
su libertad recobrada
a esfuerzos de su valor:
Cielito cielo cantemos,
cielo de la amada Patria,
que con sus hijos celebra
su libertad suspirada.
Los constantes argentinos
juran hoy con heroísmo
eterna guerra al tirano,
guerra eterna al despotismo:
Cielito, cielo cantemos,
Se acabarán nuestras penas,
porque ya hemos arrojado
los grillos, y las cadenas.
Jurando la independencia
tenemos obligación
de ser buenos ciudadanos
y consolidar la unión:
Cielo, cielito cantemos,
cielito de la unidad,
unidos seremos libres,
sin unión, no hay libertad.
Todo fiel Americano,
hace a la Patria traición,
si fomenta la discordia
y no propende a la unión:
Cielito, cielo cantemos,
que en el cielo está la paz,
y el que la busque en discordia
jamás la podrá encontrar.
Viva la Patria patriotas,
viva la Patria y la Unión,
viva nuestra independencia,
viva la nueva Nación;
Cielito, cielo dichoso,
cielo del Americano,
que el cielo hermoso del Sud
es cielo más estrellado.
El cielito de la Patria
hemos de cantar paisanos,
porque cantando el cielito
se inflama nuestro entusiasmo;
Cielito, cielo, y más cielo,
cielito del corazón,
que el cielo nos da la paz
y el cielo nos da la UNIÓN.
En el cuerpo de nuestra sociedad se encuentran los recursos para afrontar el paciente camino de la recuperación. Todos estamos involucrados en primera persona en esta búsqueda de verdadera libertad y paz para este suelo argentino. Todos estamos llamados a la tarea de hacer la nación desde esos principios que establece el Preámbulo de Nuestra Contitución Nacional: “Constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino»
