Por Emilia Baigorria

Nació en Villa María del Río Seco en la Provincia de Córdoba el 13 de Junio del año 1.874. Su infancia se formó en un paisaje campesino no favorecido por la naturaleza donde el río se evaporaba en la sequedad de la tierra.
Su cultura fue muy amplia, poeta, escritor, pedagogo, periodista, filólogo, diplomático, político. Fundó el diario socialista La Montaña junto a José Ingenieros desde donde criticaba al gobierno. En Córdoba colaboró con periódicos firmando con el seudónimo de Gil Paz. Fue director de la Biblioteca Nacional de Maestros y fundó la Sociedad Argentina de Escritores. Antes de cumplir veintidós años se fue a Bs. As. Donde comenzó a trabajar como periodista.
Su pensamiento político se caracterizó por vaivenes hasta extremos incompatibles como promover la conformación socialista en el país y apoyar años después al golpe de estado militar encabezado por el general José Félix Uriburu.
Su concepto literario se construyó dentro del modernismo que en América lo inició Rubén Darío, quien fue su gran amigo. Sin embargo definió su construcción con un perfil propio, liberándose de cualquier sometimiento estético sosteniendo la vigencia de la lírica en nuestro país.
Sus obras en versos Las montañas del oro, Crepúsculos del jardín, Cantos de vida y esperanza, Las horas doradas, Romancero, dan muestra de la exquisitez de su lírica. Hasta entonces la poesía no había tenido el cuidado en el enlace de las palabras, de las sílabas o el empleo de metáforas no repetidas. Lugones hacía gala de esa delicadeza en todos los temas, aunque sean luchas o trabajos agrícolas.
La naturaleza fue protagonista en su obra con el convencimiento que el paisaje es un estado del alma como revela en los poemas Olas grises, La hora azul, Nubes y Pleno sol. “En estas creaciones, los acentos, los ritmos, las sílabas y hasta las pausas de las estrofas contribuyen a producir un estado de ánimo propicio a la unción lírica” dice Pedro Miguel Obligado, estudioso de su obra y prologuista de sus Obras Completas publicadas por Editorial Aguilar.
En la trilogía expresada en los libros Lunario Sentimental, El libro fiel y Los poemas solariegos, conserva la rima pero introduce el verso libre de ritmo.En Lunario Sentimental y El libro de los paisajes hizo gala de la técnica en cuanto al ritmo y a la rima.

Poemas solariegos (1927)
«La tierra que empapada de aurora resplandece,
Un sonrojo de carne morena disfuma.
Y en el dorado trebolar parece
Que es sol en flor lo que perfuma.
Dilata el viento lánguidos suspiros…
Sobre las hierbas palpitantes,
Tiembla la luz con todos sus diamantes
Y la sombra con todos sus zafiros.
Levántase la fuerza del campo en el toro.
Sobre una hebra de paja humilde y ruda,
Se gloría la belleza desnuda
En una sola gota de oro.»
En 1.910 rinde homenaje al aniversario de la Patria con su obra Odas Seculares. En prosa escribió La guerra gaucha, El imperio jesuítico, El payador, entre otras. Para La guerra gaucha se consustanció directamente en nuestra provincia de Salta de los lugares y el accionar del Héroe Gaucho, Martín Miguel de Güemes. El director cinematográfico Lucas Demare, tomó la obra y realizó la película con el mismo nombre la que se estrenó el 20 de noviembre de 1.942. También numerosas traducciones.
La obra de Leopoldo Lugones contó entre sus máximos admiradores a Jorge Luis Borges. A pesar de su grandeza literaria, Lugones fue criticado sistemáticamente; ya en su juventud soportó burlas por sus primeras creaciones poéticas. Su poesía prestigió las letras argentinas, su preocupación por el cuidado de la palabra lo llevó a una autoexigencia suprema, pero nada era válido para sus enemigos quienes lo criticaban pero lo imitaban. La fuerza física y su reserva mental no pudieron con la incomprensión de su tiempo que lo llevaron a la decisión fatal de poner fin a su vida el 18 de Febrero de 1.938. Hasta la actualidad se conjetura sobre los verdaderos motivos.
La Sociedad Argentina de Escritores (SADE) institución creada por él, dispuso cada 13 de Junio como el Día del Escritor Argentino.

Excelente como siempre! Emilia Baigorria pone en sus investigaciones inteligencia y dedicación
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